Los grandes maestros de la pintura se citan en Maastricht

¿Qué tienen en común un reloj de agua egipcio encargado por Alejandro Magno y la escultura de una pareja de leopardos chinos del reino del emperador Kangxi? ¿Y un tótem femenino de mármol blanco tallado hace 7.000 años con un lienzo de Renoir con la mujer de Monet como protagonista? ¿O una escultura de Henry Moore con una pintura de Goya de la primera época? Las seis piezas buscan comprador en The European Fine Art Fair (TEFAF) de Maastricht (Holanda), la más prestigiosa feria de arte y antigüedades que se celebra desde este jueves hasta el 27 de marzo.

Pero hay más: Rembrandt, Miró, Matisse, Miró, Picasso, Dubuffet, Renoir, Fontana, Munch y un largo etcétera de artistas de todas las épocas, estilos y técnicas. Y abarca toda la historia del arte e, incluso, de las artes decorativas, ya que también es posible encontrar muebles, manuscritos, joyas, cristal y orfebrería. Aunque todos los ojos están puestos en la estrella del salón:Retrato de un hombre con las manos en la cintura, una de las dos telas que Rembrandt pintó entre 1657 y 1659, justo después de declarase en bancarrota, que muestra una figura --quizá un marino o un pirata-- cubierta con una vestimenta exótica. Su precio de salida, el techo crematístico de la feria, son 34 millones de euros. Más del doble de los 11,5 millones en que está valorada la segunda obra más cara del salón: el último autorretrato que se realizó Van Dick poco antes de morir. O los 11 millones en los que se ha tasadoMujer recogiendo flores, de Renoir.

Los pintores flamencos y Renoir no solo copan las primeras plazas delranking de más valoradas, sino que son de los más representados en el salón. Además de Rembrandt y Van Dick, en la feria se exhiben cuatro retratos de Frans Hals --reunir cuatro piezas de este autor en el mercado es una rareza--, y la obra maestra de Frans Francken,El eterno dilema de la humanidad. Y una galería de Nueva York ha reunido 18 obras --13 óleos y 5 pasteles-- del impresionista francés en lo que parece más una exposición que un estand de venta.

Óleo de 1630

Pero pese a todas estas joyas, para el catedrático Benito Navarrete, uno de los dos españoles que están en el comité de expertos de la feria, lo más interesante del salón es una pintura del siglo XVII realizada en Francia que no tiene una autoría conocida pero recoge la primera imagen realizada sobre el Quijote. El cuadro, obra probablemente de un artista cercano a los hermanos Le Nain, “es importante por el tema, justifica la recepción del Quijote en Europa y, además, en España no existe una representación tan temprana”, explica. El óleo fue realizado en 1630, 25 años después de la publicación de la primera parte del libro de Cervantes y se vende por 3,5 millones de euros. Otra curiosidad es, sin duda,El apóstol Santiago y sus discípulos adorando a la Virgen del Pilar, una obra de juventud de Goya que hasta ahora colgaba en los salones de la Fundación Rosillo. Su precio son 4,5 millones de euros y forzosamente debe ser adquirida por un español, ya que la pieza no puede salir de España (está en Holanda con un permiso especial).

En total, en Maastricht se pueden contemplar --y los más afortunados, comprar-- 30.000 piezas, casi todas de un alto nivel. “Tanta calidad --según Navarrete-- es difícil de encontrar, pero una de las consecuencias de la crisis es que provoca que muchas colecciones privadas afloren al mercado”. Y uno de los mejores sitios para presentarlas en sociedad es en esta feria, donde 26 comités formados por 168 expertos, Navarrete entre ellos, certifican la autenticidad y el valor de cada una de las obras. Y donde particulares y directores de museos buscan piezas para sus colecciones.