Juan de Diego pone ritmo de jazz al exilio

Todo empezó por casualidad. El año pasado, el festival de jazz de Barcelona ofreció una fecha a Juan de Diego, trompetista bilbaíno instalado desde hace décadas en la capital catalana. Y el trompetista, que siempre ha tenido un pie en el jazz con groove de los años sesenta y otro en el jazz de vanguardia, armó un grupo con pegada, pensado para tocar música extrovertida, de fiesta. Y entonces se dio cuenta: su concierto estaba programado para un 20 de noviembre. «¡El 20-N! Para mí era inevitable acordarme de Franco y de los muchos vascos que sufrieron la represión. Pensé en decir algo sobre el asunto en el escenario, pero luego decidí que lo que yo hago es música y no discursos».

La noche antes, con fiebre, habló con su madre por teléfono y le pidió que le contara más detalles de la historia familiar que oía en casa de pequeño: su madre le explicó que vio a la abuela llorar por primera vez en 1937, cuando la familia estaba exiliada en Francia, le contaron que Bilbao había caído bajo el ataque de las tropas franquistas. De Diego escribió «Erbestea»,exilioen euskera, y estrenó la pieza en el concierto.

Fue el punto de partida para el disco del mismo título que presenta hoy (20.00 y 22.00 horas) en el Jamboree al frente de su quinteto Trakas.Erbesteaes un álbum de piezas que están más cerca de las canciones que de las composiciones de jazz, un disco de melodías claras y sencillas sobre texturas oscuras.

ÁLBUM MELANCÓLICO / Un álbum, admite, melancólico. «Cuando me oigo tocar esta música pienso: 'joder, qué sentimental que soy'. Pero se trata de mirar para adentro y expresar lo que encuentras». Reconoce al trompetista de vanguardia Dave Douglas como un modelo artístico. «No porque toque como él, si no porque es un maestro en explicar cosas con la música. Eso es lo yo intento».