Sónar 2017: Nuevos tiempos, nuevos ritmos, nuevas caras

Este año se ha vetado la presencia a un 22% de hombres, de modo que estos no han podido copar el 100% de la programación como pasa en tantos otros festivales

Bad Gyal, en el escenario SonarXS.

Bad Gyal, en el escenario SonarXS. / periodico

NANDO CRUZ

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DE DELAFÉ A DELLAFUENTE

La última tarde del Sónar apostó por la prometedora escena local de músicas urbanas. El canario Bejo, además de caramelos y 'flow' fresco, se trajo a esos De La Soul de la Nación Mango que son Locoplaya. Y los andaluces Dellafuente y Maka vinieron con lo puesto: un sonido ahogado y una iluminación mínima que no hicieron brillar su repertorio como merece. (Al final, la gran triunfadora local en el nuevo escenario XS habrá sido Bad Gyal). Sea como sea, la oferta local va a mejor en Sónar. Hace una década el prime time de tarde era para Dorian y Delafé y las Flores Azules.


EL PASADO SE DILUYE

Este ha sido el primer Sónar de Noche sin reliquias del tecno-pop europeo ni del disco-funk setentero. De hecho, De la Soul Cerrone han sido los únicos artista del cartel nocturno con más edad que el propio festival. La otra excepción serían Masters At Work, que a principios de los 90 ya preparaban la pócima del house-garage en Nueva York. El viernes, SónarCar se transformó en el Paradise Garage al grito de ‘It’s alright, I feel it’ y demás consignas hedonistas. Sonó ‘I love music’ de los O’Jays y uno ya no sabía dónde estaba. Pero se estaba muy bien.


EL PRESENTE MÁS NEGRO

Los ritmos negros del presente marcaron un rumbo subterráneo y paralelo en la noche del viernes. Clams Casino, con su traqueteo vacíapistas, nos explicó cómo ha encerrado al hip-hop yanqui en el tren de la bruja. AJ Tracey dio una lección a la escena local con su técnica vocal implacable sobre bases trepidantes de grime 100% londinense. Y la estadounidense Jlin manejó la retícula como una inventora loca. Cada ocurrencia rítmica parecía la semilla de un estilo aún por bautizar. Tan deslumbrante 'set' merecería ser analizado en un laboratorio.


LA INJUSTICIA FEMINISTA

Este año Sónar ha vetado la presencia a un 22% de hombres, de modo que estos no han podido copar el 100% de la programación como pasa en tantos otros festivales. Este caprichito feminista ha obligado al público a descubrir que mujeres como Princess NokiaBad GyalElysia CramptonSuzanne CianiLCC y Jlin, entre muchas otras, no solo cubrían con solvencia ese espacio que históricamente solo ha merecido el varón sino que exploraban territorios en los que cada una es figura puntera. Sónar ha ganado mucho con tamaña injusticia.

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