Si no hay ducha me despeloto

Entusiasmo de Jordi González ante el golpe visual que nos proporcionó Aritz, ratoncito de la ratomaquia Gran hermano (T-5). «¡Aritz ha protagonizado un enfado que va a hacer historia! ¡Se ha enfrentado al Súper a calzón quitado! ¡Es la primera protesta nudista en la historia de Gran hermano!», exclamaba Jordi lleno de satisfacción. Y, en efecto, enseguida vimos a Aritz protestando en pelotas por la falta de agua caliente en la jaula de Guadalix de la Sierra. Gritaba: «Esto no puede ser, coño. Vosotras enseñando el pezón todo el rato, y yo oliendo a podrido sin poderme duchar. ¡Pues me quedo en pelotas!». ¡Ahh! Estamos de acuerdo. El derecho a ducha es una conquista social que debería figurar en la Constitución Española. Todo ser humano tiene derecho a una ducha al día, por lo menos. La pintoresca protesta de Aritz estaba justificada. Aquí lo meditable es la satisfacción que embargó a Jordi. Siendo una queja nudista en contra de la organización de Gran hermano, Jordi estaba contento. Efectivamente, estaba encantado y alegre porque sabía que este despelote iba a proporcionar al programa una mayor audiencia. ¡Ah! Prepárense los ratoncitos. Visto el éxito conseguido, a partir de ahora les van a dejar sin ducha continuamente. Será espectacular. Todos protestando en bolas. Todo por la audiencia.

CRÍTICA DE TELE EN LA TELE .- Una rareza: en La Sexta noche abordaron el tema de la manipulación en TVE. ¡Ah! Fue una estimable extravagancia. Las cadenas, los imperios televisivos, se sacan los ojos con las uñas entre ellos en su lucha por la audiencia. Pero jamás se atreven a analizar, a reflexionar, sobre la manipulación informativa. El corporativismo televisivo es enfermizo. Su norma es el silencio, en plan «entre bomberos no nos pisamos la manguera». Se cubren sus propias miserias. Esa noche en La Sexta se rompió un poco esta opacidad patológica. Y escuchamos algunas opiniones sorprendentes, como la del admirado Paco Marhuenda, director de La Razón, que dijo: «No es verdad que en TVE haya manipulación. TVE la paga el Gobierno, y por tanto el Gobierno debe tener ahí un porcentaje de información». Hombre, la paga el Gobierno, pero con nuestro dinero. O sea, los dueños de TVE deberíamos ser todos nosotros. Lo del derecho del Gobierno a tener un «porcentaje de información» es peligroso. Puede confundirse con lo que ocurre ahora: pura propaganda solamente.