EL IMPACTO ECONÓMICO DEL CINE EN EL TERRITORIO

El Gobierno estudia ayudas fiscales para atraer rodajes extranjeros

OLGA PEREDA
MADRID

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Hablemos de cultura, sí. De películas y rodajes. Pero, sobre todo, hablemos de economía. De dinero. España quiere ser un plató de rodaje, atraer a grandes producciones internacionales. Y no tanto por un interés cultural (que también) sino económico. Por cada euro que las arcas públicas invierten en una producción, esta deja 15 en el territorio donde se rueda, incluidos gastos directos e indirectos. Dejémonos de teorías y vayamos a datos concretos. Por ejemplo, Exodus. La última película de Ridley Scott, rodada hace unos meses en Canarias y Almería a pesar de que tenía suculentas ofertas de Marruecos y California, se ha dejado solo en alquiler de coches 4 millones de euros. En hoteles se ha dejado tres millones. Y, además, ha dado empleo a 6.000 personas.

Este es uno de los datos que el presidente de la Spanish Film Commission, Carlos Rosado, esgrimió ante el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la reunión que ambos mantuvieron hace semanas. El encuentro fue «largo y fructífero», en palabras de Carlos Rosado, que se llevó «el compromiso» personal de Montoro de estudiar la propuesta de la Film Commission: aprobar incentivos fiscales para atraer a producciones internacionales.

OTROS PAÍSES / Lo que pretende la Spanish Film Commission es implantar una norma que ya está vigente en otros países como Francia, Alemania, Inglaterra, EEUU, Colombia, Nueva Zelanda, Australia y Malta. «Es absurdo que, teniendo unas excelentes localizaciones, infraestructuras, comunicaciones y profesionales, España carezca de una herramienta fiscal para atraer rodajes y crear así una excelente fuente de riqueza», afirma Rosado. Según sus datos, la ausencia de una normativa fiscal específica para el cine internacional está haciendo que España pierda el 80% de los rodajes que podría albergar.

'EL DICTADOR' Y 'FURIA DE TITANES' / La actual legislación prevé bonificaciones fiscales del 18% para los productores de películas españolas. Los filmes extranjeros también se pueden beneficiar de esa ventaja, pero siempre necesitan tener un coproductor español. Con unas desgravaciones fiscales del 38%, Canarias es, desde hace unos años, territorio goloso para rodajes cargados de dólares. El dictador, protagonizada por Sacha Baron Cohen, o Furia de Titanes, con Sam Worthington a la cabeza, escogieron las islas para rodar. La misma decisión tomó Ron Howard (Una mente maravillosa) para filmar Heart of the sea, que se estrenará este año como uno de los grandes títulos del cine estadounidense, como Exodus.

El presidente de la Film Commission asegura que el modelo canario es muy eficiente pero limitado porque obliga al equipo de la película a tener un socio (coproductor) canario para beneficiarse de los incentivos. «No hay tantos inversores canarios como para admitir un número grande de producciones. Además, el concepto cine español se desvirtúa. ¿Es Furia de Titanes una película española por más que un socio canario haya invertido en ella y se haya rodado en las islas?», explica Rosado, que, en su reunión con el ministro Montoro, le puso como modelo el «ágil y rápido» sistema francés: bonificaciones fiscales del 30% a cambio de que el equipo de la película se gaste en el territorio una determinada cantidad de dinero y contrate profesionales franceses.

A pesar de los recelos del responsable de la Spain Film Commission -organismo que nació en el 2001- el modelo canario está atrayendo producciones internacionales. Entre ellas, la de Terry Gilliam y su versión de Don Quijote, que, si se cumplen los planes previstos, se rodará en Gran Canaria y Fuerteventura.

Canarias y sus golosos incentivos fiscales están atrayendo también a producciones españolas. Los responsables de Morena Films, una de las productoras más activas en España, viajaron hace poco a las islas para explicar a los empresarios las ventajas de invertir en dos de sus inminentes películas, Las ovejas nunca pierden el tren, de Álvaro Férnández Armero, con Inma Cuesta, Candela Peña y Raúl Arévalo, y Ma Ma, en la que Julio Medem dirigirá a Penélope Cruz.

INCENTIVOS EN EUSKADI / Conscientes de la fuente de riqueza que supone un rodaje, Euskadi ha mirado a Canarias y aprobó en diciembre una normativa que prevé incentivos fiscales del 30%. «Es un salvavidas para un sector catatónico», afirma Eduardo Carneros, productor de Fuego, en la que el actor José Coronado da vida a un policía que quiere vengarse del terrorista que mató a su mujer y a su hija. La cinta se está filmando en varias localizaciones de Euskadi, donde se acaba de terminar el rodaje de Lasa y Zabala, de Pablo Malo. «Después de Canarias, tenemos el régimen fiscal más ventajoso para el cine, así que no descartamos que recalen en el País Vasco producciones de otros países», concluye Carneros.