Frank Kalero: «La crisis es buena para la creación»

Nacido en Cambrils hace 36 años, Frank Kalero se define como un «hombre orquesta ávido de intercambios». Una actitud vital que le ha catapultado a la dirección artística de la cuarta edición de Photoquai, la bienal de fotografía más visitada del mundo. Organizada por el Museo del Quai Branly de París, exhibe -hasta el 17 de noviembre- en los jardines del centro y junto al Sena trabajos de 40 artistas.

Bajo el título ¡Mírame!, la bienal refleja la diversidad del planeta con el foco centrado en sus habitantes por encima de fronteras y prejuicios. Licenciado en Comunicación Audiovisual en la Pompeu Fabra y en Fotografía Documental por el Internacional Center of Photograpy de Nueva York, Kalero ha fundado  revistas en Madrid (OjodePez), Berlín (The world according to) o Nueva Delhi (x) y dirigido festivales de fotografía desde Barcelona a Hong Kong. Tras pasar por La Fábrica de Benetton, hoy vive en Sâo Paulo, donde prepara la edición de Punctum para América Latina y trabaja en la creación de una plataforma de comunicación on line. Una trayectoria acorde con su visión «mundialista y mundializada» de la imagen.

-¿Qué representa para usted dirigir Photoquai? 

-Es la mayor exposición de fotografía del mundo en lo que se refiere a público, con más de 400.000 visitantes en la pasada edición. Es gratuita y ubicada en la calle, por lo cual lo veo como una gran responsabilidad social.

-¿Qué aporta respecto de otras bienales? 

-Photoquai está dirigida al público en general. Es una bienal popular, abierta a todo el mundo y que usa exclusivamente la fotografía como medio. Su misión es promocionar a los artistas de países que históricamente han estado fuera del círculo de los medios de comunicación occidentales.

-¿Cuál ha sido su criterio de selección y con qué objetivo? 

-Imágenes atractivas con fuerte contenido social, que puedan desencadenar un pensamiento crítico en el público.

-¿Qué valor le da a la fotografía en plena revolución de las redes sociales y de Instagram? 

-Es la democratización del lenguaje visual. La gente esta aprendiendo a sintetizar sus emociones en una sola imagen, y a la vez los usuarios están aprendiendo a leer estas imágenes.

-Las redes pueden crear la sensación de que todo el mundo es fotógrafo, ¿o no? 

-Ser fotógrafo no es hacer fotos, del mismo modo que por escribir uno no se hace novelista.

-Por otro lado, es un arte cada vez más cotizado en las subastas y que empieza a entrar en los museos... 

-Subastas y museos pertenecen estrictamente a la industria cultural. Como cualquier industria necesita adaptarse, innovar, reinventarse, y captar nuevos mercados para  generar mas beneficio. Eso es bueno, ya que colateralmente afecta de un modo positivo al proceso creativo.

-Su trayectoria le permite ver el mundo desde otra óptica. ¿Cómo ve el papel de Europa? 

-Me ha ayudado a perder esa sensación etnocéntrica que tenemos en Europa. El Egipto de los faraones sucumbió igual que Grecia y el imperio romano. Pensar que Europa va a ser diferente no es más que la constatación de ese etnocentrismo. Europa fue prescriptora cultural durante siglos, luego lo fue Estados Unidos, en el futuro seguramente será la comunidad utópica de internet.

-¿La crisis lo engulle todo o ve surgir de ella algo nuevo?

-La crisis siempre ha sido buena para los procesos creativos, ayuda a eliminar las propuestas mediocres. Y a la vez sirve para despertar al rebaño desconcertado.

-¿Y la publicidad ?

-Publicidad y propaganda son unas herramientas fantásticas para comunicar. Hay mucho arte en ello, sobretodo en la capacidad de manipular y dirigir las masas en una dirección concreta. No son más que las técnicas de Aristóteles y Goebbels adaptadas al mercado.