«Un final feliz es fácil de olvidar»

SEnDRetornados no es, estrictamente, una película de muertos vivientes.

-Me gusta decir que le hemos cambiado la preposición al género: no hemos hecho una película de zombis, sino con zombis. Hay dos zombis de fondo, sí, pero Retornados desarrolla otros temas como el miedo al diferente y a la exclusión, con una trama romántica muy potente, elementos de thriller, y ciencia ficción, alguna gota de horror  y un toque de road movie. 

-No revelaremos nada, pero el final de Retornados es demoledor.

-Los finales felices son tan fáciles de hacer como de olvidar. Y esta es una película que está marcada por un fatalismo y una oscuridad que entroncan mucho con ese tono de género negro que queríamos dar a la película.

-¿Se fijó en algún clásico del género zombi?

-No, no hemos bebido de los referentes habituales. Retornados no es una película a lo Romero, se inspira más en otros referentes, de thrillers médicos tipo Coma, de Michael Crichton; de cierta frialdad del primer David Croneneberg... La película se ha rodado en Canadá y antes de ir allí revisé las primeras películas de Cronenberg; quizá se me haya impregnado algo inconscientemente. En cuanto a las películas de temática zombi, me gusta mucho Jacques Torneur y él es el autor de una de mis preferidas del género, Yo anduve con un zombie, por lo que significó para mí cuando la vi de chaval, por su lirismo y su romanticismo.

-¿Conoce la serie británica In the flesh, sobre la reintegración de zombis en la sociedad?

-No la he visto, pero la tengo que ver, porque todo el mundo me habla muy bien de ella.

SEnDRetornados es una producción de Filmax, pero está rodada en Canadá y en inglés.

-Desde el principio todo se concibió como un proyecto con vocación internacional, de ahí esa ambientación norteamericana. Además, el thriller yo lo interiorizo como algo americano, como los relojes de cuco son suizos o el queso de bola es holandés...