Entrevista con el director

Fernando González Molina: "Mario tiene esa cosa animal de Marlon Brando"

IMMA FERNÁNDEZ
BARCELONA

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-Con el taquillazo 3 metros sobre el cielo dijo que la única pretensión es entretener. ¿Ahora también?

-Sí, en España se olvida que el cine es entretenimiento, que debe haber oferta para el disfrutar, no todo deben ser propuestas culturales, formativas. A mí también me gustan las películas sesudas, veo todo tipo de cine. Pero hay una falta de respeto hacia los que solo pretendemos entretener, como si fuera fácil. Y todos deberían pensar a quiénes van dirigidas sus películas. Lo que no podemos hacer es cine solo para nosotros mismos. ¡Pues escribe un libro!

-¿Le ha dolido alguna crítica?

-Me duele que no valoren el esfuerzo y la honestidad con los que trabajo. Que digan que son diseños de producción ajenos al corazón, cuando yo solo entiendo las pelis desde el corazón. Pero creo que con Tengo ganas de tiya han entendido lo que pretendo: llegar al público y emocionarlo.

-Todos los personajes lloran...

-En la platea lloran más todavía, el preestreno fue la locura, la gente lloraba a mares. La peli trabaja desde el dolor, es más melancólica, más poderosa, más dura que la anterior.

-¿Qué actor llora mejor?

-Mario [Casas] tiene el llanto que más me desconsuela del mundo, llora de verdad.

-Por sus miradas y poses, ¿parece que intente convertirle en el Marlon Brando español?

-No, yo no trabajo con referentes, no me gusta copiar. Pero tengo mis referencias en la cabeza, claro, me encantaLa ley de la calle y Rebeldes.Mario tiene una cosa muy animal que le acerca a los actores clásicos que trabajaban desde el estómago y un poco desde los cojones. Como Marlon Brando y el joven Javier Bardem.

-Le ha resultado un filón para el público adolescente.

-No es solo él. Es la peli y Mario en ella. Es un actor enorme, el mejor de su generación, nada fingido, trabaja desde la verdad. Es mi compañero de viaje. Somos muy amigos.

-Sexo esporádico, boxeo, motoristas sin cascos... ¿Pretende que los adolescentes se identifiquen?

-No tiene ningún afán realista, es un universo propio ficticio. Solo es realista lo que sienten los personajes. Ni Mario ni yo vamos en moto.

-Ha vuelto a rodar en Barcelona.

-Quise evitar los tópicos, las postales, pero haciendo un retrato hiperestético de la ciudad, cuidando las texturas, los colores. La mirada del director turista es más libre, mejor.

--La película plantea que hay que dejar el pasado para avanzar.¿Dejará de rodar para el público juvenil?

-Sí, no quiero repetirme, no haré otro drama romántico juvenil, no sabría hacerlo mejor. Haré unthrillerpoliciaco con Mario, espero. Y en octubre dirigiré una serie sobre un cabaret en ruinas.

-¿Le marcó el primer amor tanto como al protagonista?

-A mí muchísimo. ¿A usted no?