La Fundació Miró recorre el horizonte en el arte desde el romanticismo hasta hoy

La exposición 'Ante el horizonte', con obras de Modest Urgell, Hockney, Monet, Tàpies, Perejaume, Magritte o Miró, podrá visitarse hasta el 16 de febrero

Detalle de la exposición 'Ante el horizonte', en la Fundació Miró.

Detalle de la exposición 'Ante el horizonte', en la Fundació Miró. / periodico

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Sesenta obras de autores como Modest Urgell, David Hockney, Monet, Antoni Tàpies, Perejaume, Magritte y Joan Miró se exhibirán a partir de este jueves en la Fundació Miró de Barcelona en la exposición'Ante el horizonte', dedicada a este elemento recurrente del arte moderno, "inalcanzable y misterioso", desde mediados del siglo XIX hasta hoy.

La comisaria de la muestra, Martina Millà, ha explicado hoy en rueda de prensa que sin Miró esta exposición no hubiera sido posible, puesto que el tema del horizonte fue habitual en su dilatada trayectoria, aprendiéndolo en sus inicios de Modest Urgell, con quien dialoga en la primera sala gracias a su obra 'Pintura' (1973), colocada junto a 'Paisatge' (1893-1919).

Millà ha considerado que la exposición, que se clausurará el 16 de febrero del 2014, permite hacer un recorrido por la plasmación del horizonte, desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad, especialmente en el ámbito de la pintura, aunque sin olvidar ni la fotografía ni la escultura.

Contraponiendo obras muy diferentes de artistas de tradiciones distintas, el público podrá ver cómo "conversan" entre sí las piezas en las salas de la Fundació Miró. La comisaria ha defendido que el horizonte "da mucho de sí, es un lugar muy especial que no se llega a entender nunca, en el cual se concentran todas las paradojas y misterios de la práctica artística".

En su opinión, es también "una línea inalcanzable, que a la vez pone límites, que no se acaba nunca, como el arte, como Joan Miró".Tal y como ha colocado los lienzos, la comisaria entiende que la exposición servirá al público para "profundizar, deleitarse con la pintura y aplaudir a los artistas, en un momento de gran celebración".

MIRÓ EN EL MAJESTIC

La muestra arranca con una sala muy "mironiana", con tres piezas de gran formato de Modest Urgell, Joan Miró y Perejaume, de generaciones distintas, pero con el mismo interés por el paisaje. Sobre el cuadro de Urgell, la directora de la Fundación, Rosa Malet, ha recordado que durante muchos años estuvo colgado en el vestíbulo del Hotel Majestic de Barcelona, un establecimiento en el que Miró solía recalar y en el que, "en vez de hacer la siesta, aprovechaba para sentarse ante ese lienzo".

En la segunda sala, Millà ha optado por colocar varias obras de artistas como August Strindberg, Ferdinand Hodler, Gerhard Richter o Anna-Eva Bergman, representativos todos del origen de la plasmación del horizonte como género en el contexto germánico, suizo y escandinavo, entre el romanticismo y el simbolismo.

DALÍ, ERNST Y VAN DONGEN

En otra de las salas, se puede conocer la tradición francesa, con obras de Edourd Vuillard, Alexander Calder o François Morellet, mientras que hay un espacio dedicado a un grupo de marinas, de pintores como Salvador Dalí, Max Ernst, Kees van Dongen o Pierre Bonnard.

La exposición no obvia el contraste entre los horizontes de la tradición europea con respecto a los del arte japonés, con obras de Hiroshi Sugimoto y la pintora Yayoi Kusama.

La dimensión más espiritual de este elemento queda patente en las obras de Ettore Spalletti, Yves Klein y Marc Chagall, y la que tiene relación con el paisaje industrial o postindustrial cuenta con piezas de Georg Baselitz o David Hockney.

LA ESCULTURA

La escultura tiene su espacio en la muestra, destacando un 'Dique' de Carl Andre, de 1978, de más de siete metros de longitud, y elaborada en cedro rojo.

La exposición, con las legendarias fotografías de Ansel Adams sobre los paisajes norteamericanos, dedica una sección al diálogo intercultural, con el 'Cercle cremat', de Antoni Tàpies, un artista que, según Millà, no es pintor de "grandes horizontes", pero que aquí le sirve para contraponer al catalán Nicolau Raurich.

Las obras de Claude Monet, Alphonse Osbert, Antoni Llena, Olafur Eliasson y el espectacular 'Le Chateau des Pyrénées', de René Magritte, actúan a modo de epílogo al permitir, según Millà, "poner en orden una serie de conclusiones sobre el horizonte".