¡Olé!, las Divinas

Viajan al pasado con sus exquisitas y armonizadas voces, y un contagioso entusiasmo en la maleta. Pasaron por el París de la segunda guerra mundial (Enchanté!) y el EEUU de los años 30 (Sing! sing! sing! y Chocolat!), hilvanando entre canción y canción historias de supervivencia. En su último montaje, Paradís, el trío Divinas ha decidido quedarse en casa y sacarle los colores y la alegría a la deprimida España de la posguerra. Ellas son las hermanas Carla y Marta Móra e Irene Ruiz (acompañadas de un clarinetista y un pianista que se integran en el montaje). Se han instalado en la Sala Muntaner hasta el 25 de enero coincidiendo con el 10º aniversario de la compañía.

Paradís cuenta las miserias, con el descenso al infierno de la prostitución incluido, de una troupe de variedades para la que pasaron los días de gloria. Malviven de pueblo en pueblo, actuando para cuatro gatos. Una historia triste de ayer y de hoy -el texto es de Marilia Samper-, pero que al ritmo del cancionero patrio y revestida con pinceladas de comedia hace que el espectador salga con los ánimos por las nubes. Cantan divinamente y con sus interpretaciones y bailes convierten el averno en paraíso.

Bajo la ágil y fresca dirección de Martí Torras (director también de Rhum, que programa el Lliure de Gràcia), la sencilla trama empieza con la llegada de una ingenua y recatada jovencita, Purita (Carla Móra), a la decadente compañía ambulante Paradís, donde andan a la greña Carmeta (Ruiz), una desengañada artista que no ve más futuro que hacer la calle, y la soñadora Rosa (Marta Móra), que se resiste a tirar la toalla y espera al príncipe que las llevará a un teatro del Paral·lel.

COPLAS Y PASODOBLES / El trío juega con el contraste de  voces y de personajes, desde el perfil más cómico y payaso de Carla Móra a una Ruiz que desborda sensualidad. A ritmo de pasodoble, cuplé, copla o tango rescatan la banda sonora del franquismo y el vestuario de batas de cola, plumas, visos... Son una veintena de títulos que llevan a su terreno, entre ellos La bien pagá, Volver, La tarara, Francisco Alegre, El vestir d'en Pasqual, Campanera, El còctel de l'amor y el Pasodoble del Paradís, compuesto para el espectáculo por Mario Cobo.

Entre los aciertos del montaje figura la utilización de unas cortinas de tul que, con un juego de luces, recrea los dos mundos de las artistas: el pel davant i pel darrera. Así, a las alegres actuaciones de las coristas ante su público les suceden los dramas y discusiones entre bastidores. Al final, la platea se une a la festiva recuperación de los hits de antaño.