Bosque, río y palabras

La impresión inicial es magnífica: el tercer volumen de los casos de Amaia Salazar, inspectora foral, es un libro grueso y sus 500 páginas son la promesa de buenos crímenes y de relajantes tardes de grata lectura. También ayuda un relato familiar sorprendente y un precio seductor.Ofrenda a la tormenta, de la escritora donostiarra Dolores Redondo, es un thriller sorprendente y enigmático, y en este (como en los otros dos libros anteriores) la trama gira en torno a un bosque, un río y el aire de las palabras que los envuelve. Bosque pues allí habitan las criaturas arcaicas; río ya que así se estructuran sus novelas; y verbo, pues así todo lo abraza. Largas descripciones (páginas enteras, tres, cuatro), sin más diálogo que los propios susurros, no son habituales en un thriller. Pero volvamos al río, palabra que se traduce como ibai en euskera.

Ofrenda a la tormenta posee un relato central que discurre lento, potente e inevitable. A su vera, como afluentes, las tramas secundarias se definen y orillan, y si en otras novelas río (desde La comedia humana a Juego de tronos) el concepto río es metáfora y ejemplo de desarrollo, aquí también es humano (es el nombre propio del hijo de la protagonista) así como físico: un curso de agua tangible que da nombre al valle, el río Baztan.

En una entrevista de la periodista Anna Abella («Hay periodistas que en cuando te hacen la primera pregunta ya sabes que te van a entender», la elogiaba Redondo) la autora destacaba que para erigir el libro necesitaba «de miedos y amores», aunque más que miedo yo diría repugnancia, o terror íntimo: es «Miedo a que el miedo regrese», recogía Abella. Y a su alrededor, una investigación criminal de primera línea, una sucesión de brutales homicidios, de huidas y persecuciones a ritmo trepidante.

EL ENTORNO / Ofrenda a la tormenta es una novela sorprendente al tiempo que fiel a las constantes de la saga, lo que la dota de carácter y perfil definitorio: el retrato de una cultura de mujeres en un entorno masculino, la brillante exposición, las imágenes estremecedoras y mortales presencias que visitan las pesadillas como si -estas últimas- fuesen otra realidad; los seres de la antigua religión, los dioses dormidos, las figuras protectoras como Basajaun y Mari, divinidades en oposición a las lamias o a Tarttalo. O Inguma, que se apodera del aliento de los bebés; y por él arranca el libro: una mujer denuncia a su yerno por la defunción de la nieta, dictaminada como muerte súbita del lactante. Pero la abuela sospecha, más cuando el yerno robe el cuerpo de la criatura para que no sea incinerado... y no les puedo explicar más

Miedos y amores son antagonistas cardinales para ajustar la fina ensambladura que es la trilogía de Baztán: una marquetería de palabras y frases, el uso mesurado de conectores y encajes, imaginación y maneras, elegancia para escribir, pasión para su desarrollo e inteligencia para vincularlo todo. Y así, al final, las preguntas quedan respondidas, los crímenes desvelados, los misterios se iluminan, los criminales serán presos y los sentimientos... hechos añicos. Léanlo, disfrútenlo, y lo entenderán.

3OFRENDA A LA TORMENTA

OFRENA A LA TEMPESTA

Dolores Redondo

Trad. Núria Parés

Destino / Columna

440 / 480 págs. 18,50 €