El Auditori se pone en danza

La joven promesa catalana Alexandra Urcía ejecuta un 'grand jeté'.

La joven promesa catalana Alexandra Urcía ejecuta un 'grand jeté'.

MARTA CERVERA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Rinaldo Venuti, un joven espigado de Sicilia, nunca imaginó que su participación en el curso de danza International Ballet Stage (IB Stage) de Barcelona cambiaría su vida. Empezó las clases la semana pasada y ya le han fichado en la compañía dos del American Ballet Theater (ABT). Le pagarán 9.000 dólares al mes y no tendrá que preocuparse ni por los gastos de alquiler en Manhattan ni los de su alimentación, cubiertos por contrato.

«Es un gran sueño bailar en Nueva York, donde nunca he estado. Me aproximaré a otros estilos y descubriré un nuevo mundo», dice, entusiasmado, esta joven promesa. «Pienso trabajar duramente para lograr hacerme un puesto en la primera compañía del ABT. Ese es mi reto», añade el bailarín, que este año se ha licenciado en la escuela de ballet de la Ópera de Viena bajo la atenta mirada de Simona Noja, directora artística del centro, que también ha impartido clases en el stage del Auditori junto con otros reconocidos profesores como Samira Saidi, responsable de la escuela del English National Ballet.

«Reconforta ver el progreso de los alumnos. Me doy cuenta de que he dejado poso en los que repiten. En un año han progresado mucho. Ahora están mucho más despiertos», afirma la estrella cubana del ABT Xiomara Reyes, directora artística del IB Stage junto con Elías García, exbailarín del Ballet de Montecarlo. Ciento veinte alumnos de 14 países diferentes, con predominio de estadounidenses, japoneses e italianos, participan en el curso que se realiza en el Auditori por segundo año consecutivo. Las cinco salas del centro musical bullen entre ensayos y clases. En el escenario principal de la Sala Pau Casals se preparan escenas de La Bayadere, que se interpretarán a final de curso ante el público con un cuerpo de baile formado por alumnos. Estrellas de la danza como Marianela Núñez y Thiago Soares, del Royal Ballet de Londres, encarnarán los roles principales. Pero el momento más especial de la gala lo protagonizará la joven romana de 18 años Rebecca Storani, que realizará un paso a dos de Llamas de París con Vadim Muntagirov, solista principal del Royal Ballet. Este privilegio es un premio al talento que Storani demostró en la última edición del IB Stage. «Más allá de la técnica, ella tiene algo que conecta con el público», explica Leo Sorribes, presidente del curso. «Yo me pongo nerviosa solo de pensar que bailaré con Vadim. Esta es una oportunidad única que tal vez no se me presentará nunca más. Espero calmarme cuando le conozca», confiesa la bailarina, que ha terminado la última clase del día exhausta pero radiante.

La próxima temporada dará el salto a profesional en la Opera Semper de Dresde. De entre las jóvenes promesas catalanas despunta Alexandra Urcía, bailarina de 15 años con una depurada técnica, que participa por segunda vez en el stage. «Aquí hay una competitividad sana. Hay buen ambiente y he hecho muchos amigos», afirma Urcía, que estudia en la escuela de Roser Muñoz y Joan Boix, en L'Hospitalet. «El nivel aquí es muy alto», admite. ¿Lo más difícil? «A mí lo que más me cuesta es la parte de los brazos. Es complicado pensar en toda la técnica y mover la parte de arriba del cuerpo como si me no costara nada».