FESTIVAL DE CINE

Amor con fronteras

'10.000 kilómetros' encandila en Málaga con su disección de la pareja

OLGA PEREDA
MÁLAGA

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Si los festivales de cine están para encontrar joyitas, el de Málaga ya puede darse por satisfecho. 10.000 kilómetros es una de esas películas pequeñitas que uno entra a ver con más curiosidad que expectativas. Es el primer largo de un director, Carlos Marques-Marcet, que ha escogido como protagonistas a una actriz británica que nunca antes había trabajado en castellano (Natalia Tena, Juego de tronos) y a un actor bregado en el teatro y en la televisión pero con poco experiencia en cine (David Verdaguer, Crackòvia, Polònia). Ambos dan vida a una pareja obligada por motivos profesionales a vivir en ciudades diferentes: Barcelona y Los Ángeles. ¿Puede el videochat sustituir al roce diario?

Producción catalana rodada en castellano, 10.000 kilómetros es el ejemplo perfecto de cine hecho en casa que cruza fronteras, cine arriesgado que no da la espalda al público. Es, junto con Carmina y amén, de Paco León, lo mejor que se ha visto en Málaga. Con solo dos personajes y dos escenarios, es la demostración palmaria de que no hacen faltan fuegos artificiales para hacer una buena película. Solo una historia que contar y dos actores que hagan que te la creas.

EXPERIENCIA DEL DIRECTOR / El origen de 10.000 kilómetros está en la experiencia vital de su director, que con 25 años dejó su Barcelona natal y se marchó a Los Ángeles para estudiar cine tras conseguir una beca. «Empecé una nueva vida en EEUU, pero al mismo tiempo dejé mucha gente querida en Barcelona, con la que hablaba constantemente por videochat», contó Marques-Marcet, que debuta en la dirección tras una larga experiencia como cortometrajista y montador. Esa sensación de tener un pie en un país y otro en otro (actualmente, sigue viviendo a caballo entre Los Ángeles y Barcelona) es lo que le llevó a escribir el guion de 10.000 kilómetros.

En contra de lo que solemos ver en cine, la película es lo suficientemente inteligente como para cambiar los roles habituales. En la pareja protagonista, es a ella (una artista fotógrafa) a la que le surgen oportunidades laborales en EEUU y la que quiere dar un paso de gigante en su profesión mientras que él (estudiante de oposiciones) desea críos y una vida tranquila en Barcelona.

Dulce y amarga al mismo tiempo, 10.000 kilómetros merece entrar en el palmarés del Festival de Málaga, como ya lo hicieron sus actores en el de Austin (EEUU). A los cines llegará el 16 de mayo. Sería una pena que pasara desapercibida en taquilla.