Felipe Massa: "Alonso es el mejor, pero el Mercedes es invencible"

Es el veterano sin corona. Aquel que, sin ser su ídolo, sin ser su héroe, siguió los pasos del legendario, del legendario Ayrton Senna, de cuya muerte se cumplen ahora 20 años. Como Magic cuando se estrelló y falleció en Imola (1994), Felipe Massa (Sâo Paulo, Brasil, 1981) pilota un Williams en su temporada número 12, después de pasar por Sauber (52 grandes premios) y Ferrari (139). Massa, que estuvo a punto de ganar el Mundial 2008, cuenta con 36 podios, 11 victorias y 15 poles positions.

-Su vida ha dado un vuelco impresionante ¿no?, no ha de ser fácil cambiar de Ferrari a Williams.

-Bueno, los dos son grandes, enormes equipos, ¿verdad? Las dos son escuderías históricas, las dos marcas llevan muchos años en la F-1, pero, sí, para mí ha sido un cambio muy importante y un cambio que, pienso, nos iba bien tanto a mí como a Ferrari, donde he disfrutado mucho, muchísimo, tanto fuera como dentro de la pista y donde he sido muy feliz. Era, sin duda, la envidia de muchos, de todos, mis compañeros.

-No es cambiar por cambiar, supongo que para usted también es un reto intentar seguir en la cúspide de la parrilla con otro coche.

-El cambio llega cuando también la F-1 está sufriendo una renovación tecnológica importante y Williams es de los equipos que, gracias al fabuloso motor Mercedes, puede ser un coche muy competitivo, pero tenemos que trabajar mucho, mucho, pues la ventaja que nos ha cogido Mercedes es notable. Y, además, internamente, con el paso atrás que ha protagonizado Frank Williams, los cambios también son notables, lo que hace que todos tengamos que poner lo mejor de nosotros.

-¿Cómo es Claire Williams, la hija de Frank, que se ha convertido en la máxima responsable del team?

 -Para nosotros, lo más importante de Claire es que ama apasionadamente la F-1, vive para la F-1 y se ha preparado para asumir esa responsabilidad. Nadie piensa en ella como mujer. Nosotros, todos, trabajamos para el equipo y nos fijamos más en su inteligencia, en su capacidad, en su voz de mando que en si es un hombre o una mujer. Lo importante es que ella contribuya, con sus decisiones, a que el equipo crezca, progrese y sea competitivo. En ese sentido, Claire se ha sabido rodear de la gente adecuada, competente, para poder desarrollar su trabajo.

-Pero papá Williams no abandonará jamás la F-1, ¿verdad?

 -Todos sabemos lo que es y representa Frank Williams para la F-1. Él ha sido, es, uno de los grandes y sigue ahí, a nuestro lado, en el fondo del box, trabajando para nosotros, empujándonos, exigiéndonos lo mejor de nosotros aunque, claro, ahora intenta ahorrarse los largos y duros desplazamientos. Pero en Barcelona lo tendremos con nosotros, claro que sí.

-El coche sigue siendo importantísimo, vital, en la F-1 y parece que este año quien ha dado el golpe a lo Red Bull ha sido Mercedes.

-En efecto, quien lleva un Mercedes gana. Yo o Fernando [Alonso], que es, para mí, el mejor, ganaríamos con el Mercedes, que, en estos momentos, resulta un coche invencible. Es evidente que, cuando la diferencia mecánica es tan grande, las manos del piloto cuentan menos, sí.

-¿Qué se puede hacer cuando la diferencia es tan grande?

-Se puede y se debe hacer lo que hacemos en la vida: no bajar los brazos, seguir apretando los dientes y los puños y no dejar de trabajar para recuperar la diferencia que te sacan los mejores. Si Mercedes está ahí, dominando las carreras y los entrenamientos, es porque han hecho mejor que nadie el trabajo de creación de un nuevo coche. Lo que tenemos que hacer los demás es insistir en nuestro trabajo y pelear y pelear.

-Trabajar... ¿en qué dirección?

-Evidentemente en la aerodinámica. Hay que mejorar la aerodinámica y más nosotros, en Williams, que poseemos el motor Mercedes.

-Este es el quinto año de Alonso en Ferrari y, al quinto año, Michael Schumacher ganó su primer título con la escudería de Maranello.

 -Fernando es un piloto increíble, con enorme talento, muy inteligente y, en estos momentos, el más fuerte, el mejor. Pero Fernando, que en España es un dios, no tiene coche para ganar el título. Él podría marcar la diferencia, sí, pero es posible que este año no posea en ningún momento el coche que le permita ganar. Si pilotase el Mercedes, sería campeón, fijo.

-Sé que le gusta el fútbol, es brasileño, ¿qué piensa del Mundial-2014?

-Que no lo va a ganar España, no. Lo tiene que ganar Brasil. A Brasil no le puede ocurrir como a mí, que en el 2008 perdí el título en la última carrera y en casa por un punto (98 a 97) con Lewis Hamilton. Eso es muy duro para un brasileño. Una final Brasil-España sería maravilloso.

-¿Por qué hay tantas dudas sobre la capacidad de Brasil para organizar un evento de esas dimensiones?

-No es justo, pues, al final, todo saldrá de maravilla, ya verán. Los brasileños somos así. Tal vez provoquemos dudas, pero, al final, nos volcamos y todo sale bien. Nosotros somos algo latinos, algo mediterráneos y siempre tenemos un poco de lío, de casino como dicen los italianos, pero, al final, todo estará a punto. Nuestra manera de ser es así, revoltosa.

-¿Cuál es su reflexión alrededor del fenómeno Neymar?

 -Yo pienso lo mismo que todos: estamos ante un auténtico fenómeno. Yo soy muy feliz porque Ney vista la camiseta del Barça. Neymar necesitaba salir de Brasil. Aquel fútbol se le había quedado pequeño. Era demasiado fácil para él ganar allí. Los mejores futbolistas brasileños juegan en Europa y él tenía que dar el salto al Viejo Continente.

-Para ganar la Copa del Mundo necesitarán al mejor Neymar Júnior.

-Y lo tendremos. Piense que cuando Neymar se pone nuestra camiseta sabe que es el número uno y todo el mundo juega para él. Y él se siente el centro de todo. No ocurre así en el Barça donde, no solo está Messi, fabuloso, también Iniesta y Xavi. Cuando él se sienta importante en el Barça, verán al auténtico Neymar Júnior debe formar parte de la nueva revolución azulgrana.