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Márquez: "Seguiré pagando mis impuestos en España"

El bicampeón del mundo de MotoGP rompe a llorar por las críticas recibidas

Marc Márquez, junto a Troy Bayliss, agacha la cabeza para esconder su llanto.

Marc Márquez, junto a Troy Bayliss, agacha la cabeza para esconder su llanto.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / BARCELONA

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La cita no era para eso. La cita era para hablar del segundo Superprestigio de Dirt-Track, que se celebrará esta tarde en el Palau Sant Jordi de Barcelona alrededor de un impresionante oval de tierra donde estarán los tricampeones del mundo catalanes, Àlex Márquez, Tito Rabat y Marc Márquez, además de los dos campeonísimos estadounidenses de la especialidad, Jared Mees y Brad Baker.

Pero el mayor de los Márquez tenía tanto dolor acumulado en su corazón, en su mente, que, antes de hablar del evento que le llevó al Sant Jordi, quiso salir al paso de todas las malas interpretaciones que se han vertido en los últimos días acerca del hecho de que se haya comprado una casa en Andorra, su primera casa, y solicitado, al parecer, únicamente la residencia civil, pero nunca la residencia fiscal, cosa que interpretó mucha gente, por lo que el tetracampeón de velocidad y el bicampeón de MotoGP más joven de la historia, tras ser el mejor rookie de la historia en el año de su debut, recibió durísimas críticas.

CASA PROPIA / De ahí que Márquez, en presencia de varios de sus colegas (su hermano Àlex, Toni Elías, Tito Rabat, el australiano Troy Bayliss, entre otros), empezase diciendo: «Pese a que nunca hablo de mi vida privada, he de salir al paso del gran revuelo y debate que se ha creado alrededor de mí». Márquez, que siempre ha dado la cara, recordó en su parlamento que tiene 21 años y que siempre, siempre, ha vivido con su familia (su hermano Àlex y sus padres Julià y Roser), pues su relación con ellos «es maravillosa y estrecha».

«Pero como todo joven -siguió comentando Márquez- he decidido que ha llegado el momento de crear mi propio espacio y mi propia casa. Y si he escogido Andorra es, simplemente, porque he pasado allí muchos inviernos y otras muchas épocas del año. Andorra es un lugar ideal para prepararme físicamente, pues tiene un entorno muy favorable para ponerme a punto».

UNA CARRERA INCIERTA / Márquez aseguró, con rotundidad, muy firme, que «los impuestos no son la motivación». «Es más, no sé qué ocurrirá en el futuro, pero quiero dejar claro, muy claro, que pago y seguiré pagando el año que viene mis impuestos en España». La sala rompió en un aplauso cerrado. Pero Márquez no se detuvo ahí. «Sé que ha habido opiniones de todo tipo sobre mi decisión de irme a Andorra. Todas son respetables. No quiero justificarme ante nadie, pero ha habido criticas muy duras sobre mí y me gustaría señalar que uno nunca sabe cuándo se interrumpirá, de pronto, por cualquier motivo, su carrera deportiva. O cuándo va a terminar».

A PUNTO DE RETIRARSE / Y fue, a partir de ese momento, cuando el silencio en la sala de prensa del Sant Jordi fue impresionante. «Hace solo dos años, solo dos años, cuando tenía 19, mi carrera estuvo en peligro, muy en peligro. Es más, pensé que no volvería a poder correr nunca más en moto por mi grave lesión en el ojo derecho, pero, gracias al doctor Bernat Sánchez Dalmau, volví a ver bien, recuperé la vista de forma completa y pude volver a correr en moto...». Y, en ese instante, Márquez rompió a llorar, a sollozar. El silencio fue aún más impresionante, pero Márquez, ya con lágrimas en los ojos, siguió hablando: «...y esta última semana lo he pasado muy mal por todos esos comentarios y críticas. Y ahora, simplemente quiero agradecer a la gente que me ha estado apoyando, muy especialmente a mi familia, y decirle a todo el mundo que lo único que quiero es seguir disfrutando y corriendo en moto». Y la sala irrumpió en una sonora ovación.