Cooperación en el Líbano

De los cinco millones de desplazados generados por la guerra en Siria, un millón y medio han encontrado refugio en un país limítrofe como es el Líbano, con la gran responsabilidad y problemáticas que esto comporta para un país tan pequeño y denso. Y es que los desplazados en este país, contando los refugiados palestinos, unos 320.000, representan ya un tercio de la población total, estimada en 5,9 millones de habitantes.

Un equipo del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) encabezado por Alfred Bosch, vicepresidente de Internacional i de Cooperació, visitó recientemente el Líbano para comprobar sobre el terreno los proyectos de ayuda humanitaria en los que participa el ente metropolitano. "Ha sido un viaje breve, de tres días, pero totalmente justificado. Queríamos comprobar de primera mano que funcionan los proyectos que están en marcha, y explorar nuevas vías de colaboración para ayudar a los refugiados", explica Bosch, quien recuerda que una de las primeras decisiones al crear el Àrea d'Internacional i de Cooperació del AMB en junio de 2015 fue destinar 251.000 euros a proyectos para mejorar las condiciones de vida de los refugiados.

ACCIONES CONCRETAS

"Tenemos asumido que acogeremos pocos refugiados porque el gobierno español no facilita las cosas, y tenemos que denunciar esta situación, pero no podemos quedarnos en la queja. Debemos hacer algo", explica Bosch, quien se ha entrevistado tanto con alcaldes de ciudades como Byblos, Sidón, Trípoli y El Mina como con refugiados sirios de tres asentamientos diferentes.

La comitiva del AMB, acompañada por un equipo de la red de ciudades MedCities, visitó uno de los campos informales ubicado en el Valle de la Bekaa, donde se trabaja para mejorar las canalizaciones de agua para mejorar la higiene y el acceso al agua potable de los refugiados. El ente metropolitano cofinancia el proyecto, desarrollado por la oenegé Acció Contra la Fam y presupuestado en unos 61.000 euros, a través del Fons Català de Cooperació al Desenvolupament.

Los otros dos grandes proyectos en marcha respaldados por el AMB están relacionados con la gestión de los residuos, con la creación de una planta de separación de residuos en Trípoli, y la capacitación laboral, con la puesta en marcha de un centro de formación ocupacional en Sidón conjuntamente con la Fundació Hariri. "Debemos mejorar las condiciones de vida y generar oportunidades, sin olvidar nunca que la mejor manera de ayudar es acabar con la guerra en Siria, que está en la raíz del problema. La gran mayoría de los refugiados sueña con volver a su país", puntualiza el vicepresidente.

El AMB destina actualmente un millón de euros a acción y proyectos internacionales y de cooperación, y el objetivo es alcanzar el 0,7% de los recursos propios. Eso supondría destinar a la cooperación internacional más de 1,5 millones de euros anuales a partir del 2019.

NUEVA LÍNEA DE AYUDAS

El ente metropolitano aportará hasta 500.000 euros a otros proyectos de cooperación internacional impulsados por ayuntamientos metropolitanos y oenegés del territorio. A finales de agosto se abrirán las convocatorias para solicitar estas ayudas, por primera vez abiertas a proyectos en países afectados por el desplazamiento forzoso de personas.

El ente financiará hasta el 70% de los proyectos aprobados, que deberán estar relacionados con "las competencias del AMB, las que garantizan los servicios básicos, como el acceso al agua, el urbanismo, las viviendas o el tratamiento de los residuos", subrayan fuentes metropolitanas.