Un brote iniciado en brasil

Europa se blinda ante un mal que arrasa los cítricos en el mundo

Un naranjo afectado por la enfermedad del 'enverdecimiento', en Florida.

Un naranjo afectado por la enfermedad del 'enverdecimiento', en Florida.

MICHELE CATANZARO / Barcelona

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Los chinos lo llamaronhuanglongbing(mal del brote amarillo) a finales del siglo XIX, pero hoy tiene nombres populares en muchos otros idiomas: por ejemplo,greeningen inglés, odragón amarilloen castellano (aunque el nombre técnico esenverdecimientoo sencillamente HLB, de las iniciales de la palabra china). Este mal de origen bacteriano que hace que las hojas de los cítricos se retuerzan y se vuelvan amarillas, con un impacto claro sobre la producción, se ha expandido desde Asia hasta el resto del mundo en la última década. Desde que reapareció en Brasil en el 2004, no ha dejado de difundirse: EEUU, Cuba, México...

Las únicas zonas de producción que han quedado a salvo son el área mediterránea y Australia. A finales del 2012 se detectaron en Canarias y Madeira insectos que pueden transmitir la bacteria, aunque los ejemplares encontrados no la llevaban.

En julio, el comisario de Salud de la Comisión Europea, Tonio Borg, anunció que daría otra vuelta de tuerca a la estrategia para obstaculizar la entrada de la enfermedad en el territorio de la UE. Lo hizo en respuesta a una carta del eurodiputado del PSOE Vicent Garcés que pedía informaciones sobre la solicitud de un reglamento más estricto hecha por el Gobierno español.

Se estima que elhuanglongbingha arrasado decenas de millones de plantas en todo el mundo. Un estudio mexicano estimó que cinco años después de la entrada de la enfermedad se podrían perder hasta 120.000 empleos y 200 millones de euros.

«Es un asunto muy serio: el Mediterráneo es una zona de riesgo», dice María Milagros López, investigadora del laboratorio de bacteriología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). «Estamos expectantes y con mucho miedo», añade Jordi Giné, jefe de Sanidad Vegetal del Departament d'Agricultura de la Generalitat de Catalunya. Pero los dos insisten en que Europa, España y Catalunya están libres de infección y están haciendo lo posible para seguir así.

FLUJO DE SAVIA / «Elhuanglongbinges una enfermedad causada por una bacteria, no una plaga causada por un insecto», puntualiza López. El microbioCandidatus liberibactercoloniza las plantas e impide el flujo de la savia, con un proceso en parte desconocido. Cuando un insecto de la familia de los psílidos (en concreto, unTrioza erytreaeo unDiaphorina citri) pica la planta para comer, se infecta y luego transporta la bacteria a nuevas plantas sanas. Actúa de vector. Una planta puede quedarse meses o años sin dar señas de estar enferma.

«La principal medida preventiva es la prohibición de importar plantas de cítricos en Europa. Para ello, el Estado controla las fronteras, y la Generalitat, los almacenes», explica Giné. «Llevamos a cabo prospecciones periódicas en las zonas citrícolas y hemos desarrollado un sistema para detectar bacterias en los insectos de Canarias», explica López. Los insectos se aplastan en una membrana, que se envía al IVIA, donde el equipo de López lleva a cabo un análisis genético. Hasta ahora no han detectado trazas de la bacteria.

«En realidad, el gran peligro es la importación ilegal -explica Giné-, algo tan sencillo como que un turista se lleve una rama infectada en la maleta y luego la injerte en su árbol. Pero hasta que no haya el insecto en circulación, yo me siento tranquilo». «Los países mediterráneos que no pertenecen a la Unión Europea no están tan protegidos -lamenta López-: lo ideal sería una colaboración entre todos los países citrícolas para llevar a cabo la prospección».

IMPORTACIÓN DE SEMILLAS / La petición del Gobierno español se refería a estudios que han detectado la bacteria en semillas de cítricos. «Si se prohibiera importar semillas, probablemente se prohibiría también la importación de frutos que las lleven, lo cual tendría un gran impacto. ¡Todas las naranjas que consumimos en verano vienen del hemisferio sur!», afirma Giné. «Sin embargo, no se ha comprobado que la bacteria de las semillas pueda transmitirse. En todo caso sería un riesgo pequeño», argumenta López.

Si finalmente la enfermedad hiciera brecha, la medida más urgente sería «la erradicación inmediata de los árboles afectados», explica López. Además de no existir una terapia para curar las plantas infectadas, Europa prohíbe tratarlas con antibióticos. «Algunos experimentos han conseguido eliminar el insecto con pesticidas o con avispas que lo atacan», avanza López.