PROBLEMAS MATINALES DE TRÁFICO

Las obras del ascensor del metro de Zona Universitària embozan la Diagonal

La obra, una reivindicación histórica de los vecinos, provoca retenciones por la mañana al cortar un tramo del lateral

Atasco, el pasado lunes a las 8.45 de la mañana , en la entrada a Barcelona por la Diagonal por el corte entre Torre Melina y Doctor Marañón.

Atasco, el pasado lunes a las 8.45 de la mañana , en la entrada a Barcelona por la Diagonal por el corte entre Torre Melina y Doctor Marañón.

LUIS BENAVIDES
BARCELONA

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La instalación de un ascensor en la estación de la L-3 Zona Universitària ha convertido el acceso a la ciudad por la Diagonal en un auténtico embudo a esquivar desde principios de junio. ¿El motivo? Las obras para mejorar la accesibilidad de la estación requieren el corte del lateral del lado mar, entre las calles de Torre Melina y del Doctor Marañón.

El lateral permanecerá cerrado hasta septiembre y algunos conductores, los menos, se han buscado una ruta alternativa para escapar de la fastidiosa ratonera. Otros madrugan más si cabe para sortear las obras antes de las 8.45 horas, la temida hora punta de entrada y salida de la ciudad. "Ahora salgo bastante antes de casa para ir tranquilo y ahorrarme la colas de entrada", explica un escarmentado Jordi Pérez, de 44 años, vecino de Castelldefels que trabaja en el vecino barrio de Pedrables.

Las obras, aunque ahora generan molestias, eran muy deseadas por los vecinos. "Llevamos 15 años pidiendo un ascensor en esta parada. Aquí no solo hay jóvenes estudiantes. También hay mucha gente mayor con problemas de movilidad", afirma Rosa María Canals, presidenta de la Associació de Veïns Zona Universitària.

RETENCIONES EN DESCENSO

  Aunque las obras se programaron en junio previendo una disminución de los desplazamientos durante los meses de verano, los atascos importantes se sucedieron durante los primeros días. "Las retenciones han disminuido. Se han aplicado medidas para su paliación: incremento de la señalización fija y móvil de obras en las vías de acceso a la Diagonal y en la propia avenida, y la eliminación de una parada de autobuses que ha permitido mejorar la fluidez del tráfico", matiza David Prat, subdirector de Infraestructures de Transport Terrestre de la Generalitat.

Con el ascensor, las rampas y los pasos para invidentes previstos en la reforma de la estación, la parada de Zona Universitària será totalmente accesible. "Actualmente, 121 de las 139 del global de la red de Metro, el 87%, ya son accesibles", subraya Prats, quien recuerda que también se están actualizando otras tres estaciones (Rambla Just Oliveres, Collblanc y Poblenou).

Los principales perjudicados por las obras, conductores al margen, son los usuarios de la parada. Los cuatro accesos están cerrados desde la semana pasada y para coger la línea 3 hay que entrar a través de la nueva estación de la L9 de Zona Universitària, entre Diagonal y Doctor Marañón. "Prefiero caminar hasta la otra parada, Palau Reial, que hacer todo el cambio de una línea a otra con tanta gente", explica Maria Garriga, alumna de la Facultad de Economía y Empresa de la Universitat de Barcelona.

OTRO ASCENSOR

  La Associació de Veïns Zona Universitària solicita otro ascensor en la zona montaña, donde están las viviendas. «Aquí hay mil y pico familias que para coger el ascensor en el lado mar tienen que dar mucha vuelta, más de 700 metros, por la situación actual de los pasos de peatones», explica su presidenta.

Recientemente, los vecinos consiguieron un proyecto ejecutivo, pero prefieren no cantar victoria porque no tiene fecha. Canals no entiende «cómo se pueden gastar millones de euros en la L-9 y no pueden poner otro ascensor». «Costaría unos 60.000 euros como máximo», añade la presidenta, arquitecta de profesión.

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