El noruego Jansrud se lleva el oro en el supergigante

El noruego Kjetil Jansrud, que ya tenía el bronce del descenso, se ha proclamado campeón olímpico de supergigante al ganar la prueba de esta disciplina de los Juegos de Sochi (Rusia), en la que el estadounidense Bode Miller ha agrandado su leyenda, al acabar tercero, empatado con el canadiense Jan Hudec. La plata ha sido para el estadounidense Andrew Weibrecht. 

Jansrud, nacido hace 28 años en Stavanger, que sólo presentaba en su palmarés un triunfo en la Copa del Mundo -en el supergigante de Kvitfjell, en la pista olímpica de Lillehammer-94, en su país- cha conseguido esta mañan del domingo la victoria de su vida.

El noruego ha cubierto los 2.096 metros de la pista caucásica, con salida a 1.592 metros y un desnivel de 622, en un tiempo de un minuto, 18 segundos y 14 centésimas, tres décimas exactas menos que el estadounidense Weibrecht, otro esquiador realmente sorprendente que, con un décimo como mejor resultado en la Copa del Mundo, a sus 28 años ha capturado hoy una plata que une al bronce logrado hace cuatro años en esta misma disciplina en los Juegos de Vancouver (Canadá). Weibrecht se ha colado cuando ya nadie le eperaba, ya que ha salido con el dorsal 29.

Los dos españoles participantes no han tenido suerte. Paul de la Cuesta se ha salido del recorrido en la parte alta, mientras que Ferran Terra lo ha hecho, después de un salto, cuando ya enfilaba las tres últimas puertas del supergigante.

Con 36 años

Bode Miller ha sumado una nueva medalla a sus 36 años. Es cuádruple campeón mundial, en cuatro disciplinas diferentes. Ha ganado dos veces la Copa del Mundo (2004-05 y 2007-08), competición en la que venció 33 veces, y es uno de los pocos que puede presumir de haberlo hecho en todas las disciplinas. Con triunfos perfectamente repartidos. En la que más, el gigante, ha ganado nueve veces. En las que menos, el eslalon y el supergigante, cinco.

Hace cuatro años, en Vancouver, logró el único trofeo que le faltaba, un oro olímpico, al ganar la combinada. Y de Canadá salió con tres medallas, una de cada metal, que unió a las dos de plata que había ganado, ante su público, en ambas disciplinas técnicas, en los Juegos de Salt Lake City (Utah), hace doce años. Lástima que durante los Juegos de Turín (Italia), donde era candidato a ganarlo todo, hace ocho años, optase -abiertamente, sin esconderse- por escrutar detenidamente todos los locales nocturnos de Sestriere. De no haber sido así, su palmarés metería miedo.

Pero el principal protagonismo ha sido del noruego Jansrud, que hace cuatro años en Whistler Mountain ya había ganado plata en el gigante y que, tras el bronce del descenso de Sochi (donde le discute la capitanía del barco noruego a Aksel Lund Svindal, que sigue sin trofeo -hoy fue séptimo-), luce medallas olímpicas de cada metal.

Acto seguido, el canadiense Jan Hudec -plata en descenso en los Mundiales de Are (Suecia), hace siete años- igualó, con el dorsal 22, el crono de Miller, con el que comparte el bronce.

El italiano Christof Innerhofer, que ya había ganado dos medallas en Rusia, se ha salido de pista, al igual que el suizo Didier Defago, oro hace cuatro años en descenso.

Cuarta seguida para Noruega

Jansrud ha logrado la cuarta victoria olímpica consecutiva para su país en un supergigante de esquí alpino. El gran Kjetil Andre Aamodt, plusmarquista de medallas en grandes eventos, con ocho medallas olímpicas (cuatro de oro) y 12 en Mundiales, donde ganó cinco títulos, se adjudicó los supergigantes de Salt Lake City-02 y Turín-06. Aksel Lund Svindal, otro noruego que lo ha ganado todo en el esquí alpino y que hoy fue séptimo, no ha poddo pudo defender el título de la disciplina ganado hace cuatro años en Whistler Mountain, en los Juegos de Vancouver.