La vuelta del villano 40 años después

Reaparece un líder de los tupamaros uruguayos acusado de entregar a la guerrilla

La vuelta del villano, Héctor Amodio Pérez, 40 años después

La vuelta del villano, Héctor Amodio Pérez, 40 años después / periodico

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La historia merecería una película o una novela. Un líder guerrillero, al que se lo consideraba traidor y ejemplo de la degradación ideológica reaparece en escena 40 años después de que se lo tragara la tierra y dar su versión de una historia que lo tiene como villano. El episodio es cierto e involucra a Héctor Amodio Pérez, uno de los fundadores del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN), la guerrilla urbana que actuó en Uruguay en los años sesenta y principios de los setenta.

Pérez ha sido compañero de José Mujica. El presidente, que inicia hoy una gira que lo llevará por China, España e Italia, debió haber recibido con asombro y perplejidad la noticia de la reaparición de “El Negro”, nada menos que el día en que cumplió 78 años.

Todo empezó con unas cartas enigmáticas. Las mismas llegaron a las redacciones de los diarios uruguayos El País y La República, y el semanario de izquierdas Brecha. Las firmaba Pérez, un apellido de controvertidas resonancias políticas: el nombre de un entregador que contribuyó a la derrota de la guerrilla y su posterior atomización, y al que se lo dio en un momento muerto por los militares.

El Observador, otro medio de Montevideo, intuyó que en esas misivas se encerraba un episodio no esclarecido del pasado y decidió formularle a Pérez 15 preguntas que solo él y otras personas contadas con los dedos de una mano podrían responder.

“Sí, es el Negro”, concluyó uno de sus compañeros en la conducción del MLN, Julio Marenales, cuando le mostraron esas cartas.

Pérez reconoció haber colaborado con los militares uruguayos cuando la caída del MLN era inminente, pero negó haber salido de uniforme a la calle a delatar a ex compañeros.

El Observador le preguntó cuánto pesó en su decisión de colaborar la captura de su pareja Alicia Rey Morales. “Alicia no fue detenida: se entregó para facilitar la fuga de quienes la acompañaban en esos momentos, entre ellos el actual presidente uruguayo, el señor José Mujica Cordano, en esos momentos el compañero Ulpiano. Si bien el resultado es el mismo, hay diferencias entre ser detenido y hacerse detener para salvar a compañeros”, dijo.

Acusado de espionaje

El “fantasma” Pérez rechaza haber sido determinante en la derrota de la guerrilla de la que había sido parte. “El MLN estaba liquidado. El resultado hubiera sido el mismo. Quizás las FFAA habrían tardado un mes más, dos, en el mejor de los casos”, sostuvo. Si la derrota estaba escrita, sugirió, eso se debe en parte a las decisiones adoptadas por Raúl Sendic, el líder del movimiento, quien estuvo preso casi 14 años en una cárcel de máxima seguridad junto a Mujica y otros rehenes de la dictadura. De acuerdo con Pérez, los tupamaros han canonizado a Sendic y han borrado de su biografía “todos los errores y horrores cometidos por él”.

Consultado sobre la llegada al poder por medio del voto de Mujica dijo: “Lo veo coherente con la evolución política, no solo de Uruguay sino de América Latina”.

En estos 40 años se dijo de todo sobre Pérez. Los rumores lo mostraron como miembro de la CIA y el Mossad. Se dijo que la guerrilla había fijado un precio por su cabeza. En su primera aparición, dejó muchos cabos sin atar. Contó a penas que los militares lo liberaron en la frontera con Brasil, se subió a auto y se perdió para siempre. Hasta ayer.