Unos combates en Donetsk ponen en peligro el alto el fuego

Los combates estallaron ayer cerca del aeropuerto de Donetsk, en el este de Ucrania, poniendo en peligro un frágil alto el fuego que se ha extendido durante ocho días. Para tensar más la situación, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, acusó al presidente ruso Vladimir Putin de planificar la destrucción del país.

Kiev y sus aliados occidentales acusan a Moscú de seguir enviando tropas y tanques al este de Ucrania en apoyo de los separatistas prorrussos que luchan contra las fuerzas ucranianas en un conflicto que ha matado a más de 3.000 personas. Rusia niega las acusaciones.

La agencia Reuters notificó ayer fuego de artillería pesada en los distritos del norte de Donetsk, la ciudad más grande de la región con una población antes de la guerra de cerca de un millón de personas. Las columnas de humo negro ascendieron sobre el aeropuerto, que está en manos del gobierno. El Ejército repelió el ataque de los rebeldes.

Carga sospechosa

Además, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) confirmó ayer que un convoy de 220 vehículos rusos entró en Ucrania a través del paso fronterizo de Donetsk sin ser revisado por las autoridades ucranianas. La comitiva rusa, en la que había 193 camiones de carga, cruzó la frontera en la madrugada del viernes al sábado, precisó la OSCE, que tiene un misión de observación sobre el terreno, en un comunicado emitido en Viena.

El convoy penetró en territorio ucraniano sin que su carga fuera controlada ni por las patrullas fronterizas ucranianas ni por el Comité Internacional de la Cruz Roja, a excepción de un primer grupo de 40 camiones, que fue revisado brevemente por las autoridades rusas de aduanas, según la OSCE.

Según explicó un enviado del Ministerio de Emergencias ruso que llegó al punto de control en un coche precediendo al convoy, los camiones están cargados con comida. Se trata del segundo convoy de supuesta ayuda humanitaria que Moscú envía a la ciudad de Lugansk, en el este de Ucrania, una zona controlada por los separatistas prorrusos.

La prestación de ayuda humanitaria a la población de las regiones orientales de Ucrania es uno de los 12 puntos del acuerdo que el pasado día 5 permitió establecer un alto el fuego entre las tropas ucranianas y las milicias separatistas.