Trump se lleva a cuatro mujeres que aseguran haber sido acosadas por Bill Clinton

Más propias de una comedia que de los grandes desafíos que plantea ser la primera potencia mundial, las horas previas al segundo debate entre candidatos a presidentes de EEUU fueron del todo inéditas. El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, apareció en el hotel de San Luis 90 minutos antes del inicio de la contienda flanqueado por tres mujeres que, en su día, acusaron al expresidente estadounidense Bill Clinton, marido de la candidata demócrata, de acoso sexual.

La expectación generada por la rueda de prensa, retransmitida por Facebook por la campaña del republicano, estaba más que servida. Juanita Broaddrick, Paula Jones, Kathleen Willey y Kathy Shelton eran la muestra de que la revancha por sacar los trapos sucios de Trump en su trato vejatorio a las mujeres no iba a ser suave. El polémico magnate buscaba dar un golpe de efecto antes de un debate al que llegó muy tocado por la divulgación de un vídeo del 2005 en el que se le escucha hacer comentarios denigrantes sobre las mujeres con un lenguaje muy vulgar y ofensivo.

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Fue Juanita Broaddrick la que dejó caer la acusación más grave: "El señor Trump puede haber dicho malas palabras, pero Bill Clinton me violó y Hillary Clinton me amenazó". Ella, junto a las otras tres invitadas a las que Donald Trump presentó como "mujeres valientes", asistieron posteriormente como público al debate en el que también estaba, precisamente, Bill Clinton, sentado junto a su hija, Chelsea.

Paula Jones también rememoró su caso, que acabó en un pacto extrajudicial con un pago de 850.000 dólares. “Estoy aquí para apoyar a Trump porque va a hacer América grande de nuevo, es una buena persona, no como Hillary”, dijo. Kathleen Willey, antigua ayudante en la Casa Blanca, había acusado también al expresidente de manosearla en 1993.

Kathy Shelton, fue violada cuando tenía 12 años y Hillary Clinton ejerció como abogada de la defensa del agresor, en calidad de letrada de oficio, consiguiéndole una reducción sustancial de su condena."Demuestra que Clinton no ha dedicado su vida a defender a mujeres y niños", argumentó.

Todos estos trapos sucios no son recientes, se remontan al pasado y Bill Clinton nunca fue acusado oficialmente ni se declaró culpable, a excepción del acuerdo extrajudicial con Paula Jones que lleva implícito un reconocimiento de la culpa.

También se habló, aunque no estuvo presente, del escándalo más grave de la presidencia de Clinton: el de la becaria Monica Lewinsky que estuvo a punto de costarle la presidencia al demócrata.