El conflicto de Oriente Próximo

La tregua en Gaza se rompe y se esfuma la esperanza de un pacto

Dos muertos en un ataque israelí en réplica al disparo de cohetes desde la franja

ANA
ALBA

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La inquietud y la desesperanza volvieron ayer a Gaza y al sur de Israel. Las expectativas de que a medianoche se anunciara desde El Cairo un acuerdo de alto el fuego a largo plazo entre israelís y palestinos eran altas, tras las numerosas filtraciones de las dos delegaciones, que el día anterior apuntaban en esta dirección. Pero se desvanecieron con el estallido de la tregua de 24 horas pactada el lunes por la noche.

Tres cohetes lanzados por alguna facción palestina horas antes de que expirara la tregua cayeron en campo abierto cerca de la ciudad de Bersabé, en el sur de Israel, sin causar víctimas. Poco después, la delegación israelí anunció que se retiraba de El Cairo, donde negociaba el alto el fuego duradero con los palestinos a través de mediadores egipcios.

Tras el disparo de los cohetes, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, ordenó al Ejército que respondiera, y cazas israelís bombardearon zonas de Beit Lahia y Jabalia, en el norte de la franja, y también de Rafá. Los bombardeos se ampliaron a la ciudad de Gaza, donde fue destruida la casa de la familia Al-Dalu, matando a una niña de 2 años y una mujer. En este y otros ataques se produjeron diversos heridos, dos de ellos niños. Hasta la noche, al menos 15 cohetes, que causaron desperfectos en un parking y un café, habían caído en el sur de Israel y las cercanías de Tel-Aviv. Las autoridades volvieron a abrir los refugios.

El portavoz militar Peter Lerner indicó que «el Ejército continuará atacando infraestructuras terroristas y eliminando su capacidad en Gaza para restablecer la seguridad en el Estado de Israel».

EXIGENCIAS / Hamás acusó a los israelís de haber violado la tregua primero y aseguró que la delegación israelí había vuelto a presentar exigencias «inaceptables» para los palestinos durante las negociaciones. El portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, indicó que los negociadores israelís habían bloqueado el avance de las conversaciones. «Los ocupantes [Israel] son responsables del punto muerto al que se ha llegado en El Cairo por sus tácticas dilatorias y la falta de determinación para llegar a un acuerdo (…) Están desperdiciando oportunidades y deben dejar de jugar con el tiempo», dijo Abu Zuhri.

«Las negociaciones de paz con Hamás no sirven a los intereses de seguridad de Israel, así que no hay razón para proseguir», explicó el ministro israelí del Interior, Gideon Sa'ar, según el diario israelí Yediot Aharonot. Justo antes, Netanyahu había ordenado a la delegación israelí regresar de El Cairo. La prensa israelí aseguró el día anterior que Israel había aceptado el levantamiento paulatino del bloqueo económico y el asedio militar a Gaza, principales demandas de Hamás. A pesar de las pocas posibilidades que había ayer de que las aguas se calmaran, la delegación palestina presentó una nueva propuesta a Egipto para intentar obtener un acuerdo in extremis.

EEUU se mostró «muy preocupado» y responsabilizó a Hamás de la ruptura de la tregua.