DECLARACIÓN EN LILLE

Strauss-Kahn ante el tribunal: "Yo no sabía que eran prostitutas"

El exdirector del FMI se defiende de la acusación de liderar una red de prostitución

EVA CANTÓN / PARÍS

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La de Dominique Strauss-Kahn era la declaración más esperada del llamado ‘caso Carlton de Lille’, el hotel que da nombre a la red que organizaba veladas con prostitutas para complacer al exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se sienta en el banquillo junto a otras trece personas acusado de proxenetismo.

El juicio arrancó el pasado 2 de febrero y este martes los jueces han llamado al estrado al ex ministro francés, en otro tiempo candidato favorito del Partido Socialista a la presidencia de la República.

Su llegada al Palacio de Justicia de Lille se ha visto alterada por la protesta de tres activistas del colectivo feminista Femen que, con el pecho descubierto, lucían mensajes reclamando condena para los acusados. Una de ellas ha logrado encaramarse al capó del coche del ex ministro francés antes de ser reducida por la policía.

DSK, el acrónimo con el que se le conoce en Francia, comenzó esta mañana a dar su versión de los hechos tres años después de que saliera a la luz su implicación en un escándalo de orgías que le sitúan como “el rey de la fiesta” en las citas libertinas que tenía en Lille, París y Washington.

TRAS EL ESCÁNDALO DE NUEVA YORK

Su nombre apareció vinculado al ‘caso Carlton’ el 16 de octubre del 2011 tan sólo cinco meses después de haber sido acusado de violación por Nafissatou Diallo, una mujer de la limpieza del hotel Sofitel de Nueva York. Las imágenes del director del FMI esposado, abatido y custodiado por policías dieron la vuelta al mundo y arruinaron su prometedora carrera política. El asunto del Sofitel se cerró el 10 de diciembre del 2012 por la vía civil gracias a un acuerdo financiero con la denunciante.

Sin embargo, en el juicio del Carlton, DSK se enfrenta una pena de diez años de cárcel y 1,5 millones de euros de multa si se demuestra, como sostienen los jueces, que su papel en el entramado de bacanales y fiestas con jóvenes prostitutas era “central” y no el de un simple cliente ajeno al negocio. El acusado siempre ha calificado las orgías como una simple actividad de libertinaje entre adultos, aunque las chicas que participaban en ellas hablan de verdaderas escenas de carnicería.

Los abogados de DSK, por su parte, han puesto encima de la mesa la tesis del complot y denunciado una interpretación “abusiva” del derecho. En su opinión, tras la imputación del antiguo ministro de Economía hay motivaciones “políticas, ideológicas y morales”.

"No he cometido ni crimen ni delito", escribió Strauss-Kahn en una carta leída esta mañana por el presidente del tribunal. También ha declarado que « no hubo la actividad desaforada » en la organización de fiestas libertinas que, a su modo de ver, trasluce el sumario.

«Da la impresión de una actividad frenética », ha señalado, lamentando que se mezclen las fechas de manera imprecisa y subrayando que se celebraron doce encuentros en tres años. 

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