LAS CONSECUENCIAS DEL REFERÉNDUM ESCOCÉS

Salmond acusa a Londres de «renegar» de sus promesas

Miliband rechaza vincular el calendario de devolución a Escocia con Inglaterra

La reina Isabel mira desde su coche al llegar a la localidad escocesa de Crathie para asistir a una misa.

La reina Isabel mira desde su coche al llegar a la localidad escocesa de Crathie para asistir a una misa.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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El ministro principal de Escocia, Alex Salmond, ha acusado este domingo a los tres principales líderes políticos británicos de haber «engañado» a los escoceses que votaron 'no' a la independencia. David Cameron, Ed Miliband y Nick Clegg han «renegado», afirmó Salmond, de la promesa hecha en vísperas de la consulta de otorgar más poderes al Parlamento escocés. Una promesa que a su juicio fue «decisiva» a la hora de emitir el voto, porque los electores pensaron que, «podrían obtener algo, en cualquier caso, sin el riesgo que percibían» en la independencia. Salmond les acusó de retrasar el proceso de las nuevas transferencias, que debían iniciar inmediatamente después de la consulta. «La verdad es que no me sorprende que estén poniendo pegas y renegando de sus compromisos. Lo único que me sorprende es la velocidad a la que lo están haciendo. Parece que no sienten la menor vergüenza sobre este asunto», dijo.

El jefe de la campaña Better Together, el laborista Alistair Darling, también advirtió ayer al primer ministro, David Cameron, de que corre el peligro de romper su promesa. «Se prometió y se debe cumplir. Cualquiera que dé marcha atrás lo va a pagar muy caro en los próximos años», señaló Darling. A través de sus portavoces, Cameron desmintió las acusaciones y reiteró que se llevará a cabo la transferencia de poderes «sin ningún pero». Sus palabras chocan sin embargo con las persistentes discrepancias sobre cómo poner en marcha el proceso de devolución.

El primer ministro ha vinculado la tramitación de las competencias a Edimburgo con cambios en el sistema de poder en Inglaterra y la restricción de voto de los diputados escoceses en Westminster en asuntos ingleses. Lo ha hecho «porque tiene dificultades con sus propios diputados en este punto y está bajo la presión del UKIP», apuntó Salmond. Cameron ha citado para hoy a varias figuras relevantes de los tories para discutir los planes de devolución.

Hoy también se presentará en el Parlamento el documento sobre Escocia a fin de iniciar su tramitación. De supervisar esa tarea se encargará Lord Smith of Kelvin. El voto sobre asuntos de Inglaterra se estudiará en un comité con miembros del Gobierno, presidido por el exministro de Exteriores William Hague.

"Asustados"

La cuestión de «los votos ingleses para leyes inglesas» afecta directamente a los laboristas. «Están asustados de cualquier cambio en Inglaterra que les dejaría sin una mayoría en la Cámara de los Comunes», afirmó Salmond El líder laborista Ed Miliband, que participa desde ayer en el congreso anual de su partido en Manchester, rechaza la vinculación de los dos calendarios. «Cameron hizo una promesa que no estaba condicionada a nada, y ahora va a tener que cumplirla», señaló. Miliband también aclaró que el primer ministro no hizo la menor referencia a las restricciones de votos de los diputados escoceses durante las discusiones del referéndum.

Las divergencias en Londres hacen más complicada la reconciliación entre los escoceses por la que ayer se rezó en la Catedral de St Giles en Edimburgo. En torno a 1.000 personas asistieron a un oficio especial de la Iglesia de Escocia, dedicado a «curar las divisiones» tras la consulta. Como símbolo de unidad, el ministro de Exteriores en la sombra, el laborista Douglas Alexander, y el ministro de Finanzas del Gobierno escocés, John Swinney, hicieron sendas lecturas. Cada político encendió una vela y se intercambiaron abrazos. Pero hará falta bastante más que homilías.