ACUERDO DAMASCO-MOSCÚ

Rusia tendrá durante 50 años una base aérea en la Siria de Bashar al Asad

Putin promulga la ley que permitirá a la aviación militar rusa usar el aeródromo de Khmeimim, que en la actualidad alberga un gran despliegue militar, al menos durante cinco décadas

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Marc Marginedas

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Rusia ha ido a Siria para quedarse. El presidente Vladímir Putin ha firmado este jueves una ley, aprobada previamente por las dos cámaras del Parlamento, que ratifica un acuerdo firmado en Damasco con el régimen sirio en enero, y en el que se establece que la aviación rusa podrá disponer, durante cinco décadas, de la base aérea de Khmeimim, para bombardear a fuerzas opuestas al presidente Bashar el Asad.

Según los términos del pacto, dicho periodo de medio siglo será ampliable, una vez concluído, en ciclos de 25 años. La base de Khmeimim, en la provincia de Latakia, ha sido el epicentro de la intervención militar rusa en Siria destinada a salvar al régimen sirio, que atravesaba graves apuros en el verano del 2015. Comenzó a construirse en una zona adyacente al aeropuerto de Latakia a toda prisa ese año, y su existencia fue desvelada por EEUU a principios de septiembre, semanas antes de que arrancaran las operaciones aéreas rusas.

Puede acoger hasta 50 aviones

Tiene capacidad para acoger a unos 50 aviones, entre Sukhói SU-24sSukhói SU-25s y Sukhói SU-34s. Según relatan periodistas que la han visitado, el despliegue militar es impresionante, e incluye tanques, blindadospiezas de artillería y helicópteros. Tras el derribo de un avión ruso por la aviación de Turquía en el otoño del 2015, el Kremlin decidió desplegar las potentes baterías antiaéreas S-400baterías antiaéreas S-400, creando una zona de no sobrevuelo alrededor de las instalaciones.

En opinión de muchos observadores, el pacto Damasco-Moscú convertido ahora en ley, confirma que el régimen de Siria, 'de facto' se ha convertido en un protectorado de Rusia, con un margen de autonomía muy limitado. En mayo, el poder sirio instó a la población a celebrar el Día de la Victoria soviética sobre la Alemania nazi. En las calles de Damasco pudo observarse entonces cómo afines al presidente Bashar el Asad repartían la cinta de san Jorge, tal y como se hace en las ciudades rusas.

En abril pasado, el embajador sirio en Moscú, Riad Haddad, anunció que el ruso sería el segundo idioma que se estudiaría en las escuelas del país "como señal de gratitud" hacia Moscú "por su apoyo". El respaldo de Moscú ha sido decisivo para impedir el hudimiento del régimen, estiman los analistas.