El Reino Unido abre en las urnas su capítulo más incierto

Preparativos electorales en Edimburgo, ayer.

Preparativos electorales en Edimburgo, ayer.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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El Reino Unido pone rumbo político a lo desconocido. Los británicos votan hoy la composición del que será uno de los parlamentos más divididos y fragmentados en la historia reciente del país. Con 650 escaños por decidir, las opciones serán un Gobierno minoritario o una nueva coalición. Pero está en juego mucho más que la designación de un primer ministro. Las consecuencias de estas elecciones afectan al futuro de la unidad del país, que no quedó zanjado con el referéndum sobre la independencia en Escocia, y a la relación del Reino Unido con Europa.

La irrupción de los pequeños partidos, con el sorprendente empuje de los nacionalistas escoceses (SNP), en vías de ganar medio centenar de escaños y convertirse en la tercera fuerza política nacional, hace que la verdadera batalla comience el viernes, una vez conocido el resultado. Ni el conservador David Cameron, primer ministro saliente, ni el laborista Ed Miliband, alcanzarán los 326 escaños donde está puesto el listón de la mayoría absoluta. A pesar de los gurús internacionales de la comunicación, contratados por los partidos a precios millonarios, las cinco semanas de campaña electoral no han tenido efecto alguno en las encuestas.

Encuestas muy reñidas

«No tengo idea de quién podrá ser primer ministro dentro de un mes», responde el experimentado Peter Kellner, presidente del instituto YouGov. «Ningún profesional de los sondeos, ningún adivino político puede predecir lo que ocurrirá este jueves», añade. De acuerdo con la media elaborada por la BBC de todas las encuestas publicadas hasta ayer, los conservadores van en cabeza con el 34% de las intenciones de voto, seguidos por los laboristas con el 33%, el UKIP en tercera posición con el 13%, los liberal demócratas el 8%los Verdes 5% y otros con 6%.

Los colegios que han abierto a las siete de esta mañana, no cerrarán hasta las diez de la noche. A esa hora -las once en el continente- se publicará una encuesta a pie de urna. Se espera una participación alta, que podría superar el 65,1% de las últimas elecciones en el 2010.

A falta de jornada de reflexión, las últimas horas de campaña fueron ayer frenéticas. Los líderes, desesperados por ganar el 20% del voto indeciso, se lanzaron a una última ronda por las circunscripciones más reñidas. Cameron visitó granjasalmacenespanaderías guarderías de medio país. Incluso realizó una rara visita a Escocia, donde volvió a advertir del peligro del SNP sosteniendo un Gobierno con Miliband al frente. «Esta es la elección más importante en toda una generación», afirmó. Miliband se desplazó a varios distritos del norte de Inglaterra, cruciales para los laboristas, pidiendo en voto en nombre de «la clase trabajadora». También en el norte, Clegg, trató de levantar el ánimo de la tropa asegurando, contra todo pronóstico, que «los liberales serán la sorpresa de estas elecciones». Quizás los escaños del partido queden reducidos a la mitad.

Ni Cameron ni Miliband quisieron admitir ayer que no podrán lograr la mayoría absoluta. En privado, sin embargo, han comenzado las especulaciones sobre posibles acuerdos y pactos. Algún tipo de combinación entre los laboristas y el SNP es el pronóstico favorito en las apuestas.

Sturgeon, segura

Ayer, la líder del SNP, Nicola Sturgeon, muy segura de la victoria, hablaba en Edimburgo de estar sentada a la mesa con Miliband negociando el viernes por la mañana. Cameron trataría de repetir coalición con los liberales, pero quizás ni aún así logre los escaños necesarios. Anoche la cadena de televisión Chanel 4 avanzaba otra posibilidad. De acuerdo son sus fuentes, los sindicatos habrían pedido a Miliband que en el caso de que los conservadores logran más votos y escaños, pero no los suficientes, el líder laborista se siente a negociar con los liberal demócratas para crear un frente antitory que impida a Cameron seguir en Downing Street. A cambio ofrecería a Clegg la reforma electoral.