LA CARRERA AL ELÍSEO

Hamon y Valls protagonizarán el duelo final de las primarias de la izquierda francesa

Manuel Valls vota en la primera vuelta de las primarias de la izquierda francesa.

Manuel Valls vota en la primera vuelta de las primarias de la izquierda francesa. / EL bjw

EVA CANTÓN / PARÍS

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Benoît Hamon, el exministro de Educación de 49 años y representante del ala izquierda del socialismo francés, se ha situado esta noche en cabeza en la primera vuelta de las elecciones primarias que designarán candidato al Elíseo para las presidenciales de la próxima primavera.

Los resultados parciales le han dado a Hamon el 36% de los votos. El exprimer ministro, Manuel Valls, que encarna la izquierda gubernamental más escorada a la derecha, ha llegado en segunda posición, con un 31% de las papeletas. El duelo final que tendrá lugar el próximo domingo enfrentará pues a las dos almas del Partido Socialista.

El tercero de los siete candidatos con más opciones para pasar a la segunda vuelta, el exministro de Economía Arnaud Montebourg, ha sido desbancado a un tercer puesto con el 17% de los votos. Tras reconocer su derrota, ha pedido a sus seguidores que apoyen a Hamon, lo que complica seriamente las posibilidades de Valls de hacerse con la victoria.

El exprimer ministro, sin embargo, no da nada por perdido y sin conceder tregua alguna a su contrincante ha lanzado esta misma noche el primer ataque de un enfrentamiento que se anuncia duro. “Empieza una nueva campaña, y ante vosotros se presenta una elección muy clara: entre la derrota garantizada y la victoria posible, entre promesas irrealizables imposibles de financiar y promesas creíbles”.

DISCURSO ILUSIONANTE

La propuesta de crear una renta única universal y redefinir el concepto de trabajo ha situado a Hamon en el centro de una campaña más bien anodina, en la que el exministro ha logrado movilizar a un electorado joven con un discurso ilusionante y algo utópico.

“Habéis enviado un claro mensaje de esperanza y renovación”, ha dicho Hamon ante sus seguidores en el cuartel de campaña situado en un barco sobre el Sena. “Los electores de izquierda han votado por convicción y no por resignación”, ha agregado el exministro, que también ha visto en su victoria los primeros mimbres para reconstruir una izquierda minada por la división.

DESGASTADO POR EL MANDATO DE HOLLANDE

Desgastado por el impopular mandato de François Hollande, quien ha defraudado todas las expectativas de los electores que le auparon al poder en el 2012, y fracturado por corrientes hasta ahora irreconciliables, el Partido Socialista tiene ante sí un escenario delicado.

Durante la legislatura han aparecido diputados socialistas ‘rebeldes’ en la Asamblea Nacional contrarios a la deriva liberal del presidente. El debate sobre la retirada de la nacionalidad a los condenados por terrorismo ha desgarrado a las bases y la polémica reforma laboral ha sacado a la calle a una izquierda que se sintió traicionada por las medidas gubernamentales.

FUGA DE ELECTORES

Además, el Partido Socialista está en medio de una ‘pinza’ que le roba electores por el flanco izquierdo y por el derecho: la formada por Jean-Luc Melénchon, el candidato radical de Francia Insumisa, y Emmanuel Macron, el joven exministro de Economía que prueba suerte en solitario con su movimiento político En Marcha.

Sea quien sea el vencedor el próximo domingo, las encuestas lo condenan a un quinto puesto en la primera vuelta de las presidenciales, que se anuncian como un duelo entre la ultraderechista Marine Le Pen y el conservador François Fillon.

La participación en las primarias se ha situado en una horquilla de entre 1,5 y 2 millones de votantes, una cifra muy inferior a la registrada en el 2011 que dieron la victoria a François Hollande.