CRISIS EN LA EUROZONA

La UE se prepara ya para lo peor tras otro fracaso con Grecia

El ministro de Finanzas español, Luis de Guindos (izq.), junto a su homólogo griego, Yanis Varoufakis, este jueves.

El ministro de Finanzas español, Luis de Guindos (izq.), junto a su homólogo griego, Yanis Varoufakis, este jueves.

SILVIA MARTÍNEZ / LUXEMBURGO

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La posibilidad de un accidente que deje a Grecia fuera de la zona euro ha dejado de ser ciencia ficción. Las negociaciones entre el Gobierno de Alexis Tsipras y los acreedores institucionales no se han roto, pero la desconfianza vuelve a alcanzar máximos históricos. Son muchos los gobiernos que empiezan a hablar abiertamente de un plan B y hasta el presidente de la eurozonaJeroen Dijsselbloem, admitió este jueves que aunque la preferencia es mantener al país heleno en el euro, «el Eurogrupo está preparado para todas las posibilidades». Tras el enésimo intento negociador fallido de ayer ahora serán los jefes de Estado y de Gobierno quienes tratarán de desbloquear la situación en una cumbre de emergencia convocada por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, este lunes.

«Es el momento de discutir de forma urgente la situación de Grecia al nivel político más alto», anunciaba esta noche Tusk, minutos después de que el Eurogrupo culminara sin acuerdo, a menos de dos semanas de que expire la prórroga del rescate el 30 de junio, el mismo día en que Grecia tendrá que abonar casi 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI). La convocatoria de esta cumbre de emergencia, cuatro días antes del Consejo Europeo ordinario, confirma que las negociaciones están realmente al borde del colapso y que la urgencia esta vez es muy real.

Si no hay acuerdo pronto, Grecia podría verse obligada a decretar un corralito para evitar una fuga masiva de depósitos que se ha visto agudizada esta última semana. Entre el pasado lunes y el miércoles, han salido de los bancos griegos en torno a 2.000 millones de euros, el doble de la cantidad que el Banco Central Europeo (BCE) aumentaba dentro de la línea de liquidez de emergencia para las entidades griegas.

FUGA DESCARTADA

Este jueves el ministro heleno, Yanis Varoufakis, descartaba una fuga masiva antes del lunes porque, según él, los ciudadanos griegos siguen confiando en el Gobierno, aunque cada vez son más los rumores que apuntan a que Atenas no tendrá más remedio que aplicar un tapón que podría llegar antes del lunes y que algunos ministros ya no descartan.

«Tenemos que estar preparados para todo. Es una respuesta pragmática», incidía el eslovaco Peter Kazimir sobre los efectos de un corralito en el país mediterráneo. «Grecia tiene que enfrentarse a la realidad. Puede no gustarles, puede no gustarnos, pero no pueden engañar a la realidad», zanjaba sobre la necesidad de que acepten el programa de reformas propuesto. No fue el único que aludió ayer a un posible plan B y a la necesidad de prepararse, algo que también han empezado a hacer Alemania o el Reino Unido. «Estamos observando la situación y recibiendo asesoramiento», reconocía el ministro irlandés Michael Noonan sobre el BCE y el Tesoro irlandés, insistiendo en que la propuesta de los acreedores es todo lo lejos que están dispuestos a ir y que la siguiente opción será «un plan B».

ÚLTIMA OPORTUNIDAD

Un plan que de momento toma forma de cumbre de emergencia este próximo lunes y que parece la última oportunidad. «Lamento decir que se han hecho muy pocos progresos en las discusiones entre las instituciones y Grecia y todavía no tenemos un acuerdo a la vista», advertía esta noche el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. «Todavía es posible llegar a un acuerdo y extender el actual programa antes de finales de mes, pero la pelota está sobre el tejado de Grecia», que tiene que «aprovechar esta última oportunidad», urgió. El mismo llamamiento que hacía este jueves el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, que advertía a Atenas que «queda poco tiempo para evitar lo peor» y que esta vez sí «nos acercamos al final de la partida».

Todos insistieron en que Atenas sigue sin presentar propuestas serias, justo lo contrario que aseguraba Varoufakis, que dijo que presentó ideas que «terminarían de una vez por todas con la crisis griega». Al final, nuevo choque entre Atenas y el resto de capitales que terminó con reproches personales. «Es necesario restaurar el diálogo entre adultos», zanjó la directora del FMI, Christine Lagarde, que también dejó claro que si Grecia no paga el 30 de junio «no habrá periodo de gracia».