«Es mi peor pesadilla»

Tony Fernandes ha convertido AirAsia en una aerolínea de éxito en apenas una década

En primera línea 8 Fernandes (a la izquierda) dialoga con el presidente de la filial indonesia de AirAsia, ayer.

En primera línea 8 Fernandes (a la izquierda) dialoga con el presidente de la filial indonesia de AirAsia, ayer.

ALBERT GUASCH / BARCELONA

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Cuando AirAsia no era más que una pequeña y agonizante compañía con apenas dos aviones en su flota, un empresario malasio algo extravagante llamado Tony Fernandes se hizo con ella en el 2001 y la convirtió en apenas una década en una historia de éxito de la aviación. Es hoy una aerolínea low costde referencia en el sudeste asiático, una zona densa de tráfico aéreo, con más de 180 aviones y filiales en IndonesiaFilipinas India. Hasta ayer no tenía ni una mancha en su historial de seguridad, a diferencia de sus competidoras. Fernandes se pavoneaba de ello. «Esta es mi peor pesadilla», debió admitir ayer en su cuenta de Twitter.

La compañía planeaba saldar el 2014 con cerca de 50 millones de pasajeros. Buenas cifras para una marca que gusta de definirse «no tanto como una operadora aérea sino más bien como una compañía de las personas que pasa por estar en el negocio aéreo». Tony Fernandes, que prefiere los tejanos al traje y le gusta llevar gorra, ha reconocido inspirarse en el polifacético Richard Branson, propietario de la aerolínea Virgin y amigo personal suyo. Fernandes es también el máximo accionista del Queen's Park Rangers, de la liga inglesa de fútbol, y de la compañía hotelera de bajo coste Tune.

Sueño estudiantil

Nacido en Malasia hace 50 años, pero educado en el Reino Unido, Fernandes aseguró en el 2010 a la BBC que empezó a soñar con presidir una aerolínea de bajo coste en su etapa de estudiante, cuando volar de Londres Kuala Lumpur excedía las posibilidades de su bolsillo.

Ahora, con una fortuna estimada en 650 millones de euros y una aerolínea firmemente establecida en el sector, se enfrenta al reto de su primera tragedia aérea. Ayer viajó inmediatamente a Surabaya, punto de partida del vuelo desaparecido, segunda ciudad indonesia y origen de la mayor parte de los pasajeros a bordo. Y lanzó varios mensajes al mundo a través de Twitter desde el momento en que se conoció la desaparición. «Depositamos nuestras esperanzas en la operación de búsqueda y damos las gracias a los Gobiernos de Indonesia, Singapore y Malasia».

Utilizó la red social para animar a sus empleados -«afrontaremos juntos esta desgracia», les dijo- y consoló en persona a los familiares de las víctimas. «Estamos destrozados», dijo empáticamente.