Obama, tras un nuevo incidente con armas de fuego: "¡Basta! ¡Esto no es normal!"

A suspect is taken into custody outside a Planned Parenthood center in Colorado Springs, Colorado

A suspect is taken into custody outside a Planned Parenthood center in Colorado Springs, Colorado / CLH/BMA/KR/....//..../

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Por enésima vez, y tras un tiroteo el viernes en una clínica de planificación familiar en Colorado que dejó tres muertos y nueve heridos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha reclamado reforzar las leyes de control de armas de fuego en el país. Las palabras que el mandatario transmitió ayer a través de un comunicado distribuido por la Casa Blanca volvían a tener el tono de hartazgo y frustración que se ha hecho habitual en su discurso. “Esto no es normal. No podemos permitir que se convierta en normal. (…) Basta”, rezaba la declaración, en la que el presidente reclama también “hacer algo respecto al fácil acceso a armas de guerra en nuestras calles para gente que no tiene ninguna necesidad de empuñarlas”.

No hay aún confirmación oficial de qué llevó a Robert Lewis Dear, un hombre blanco de 57 años que vivía en una cabaña en Carolina del Norte y que está bajo custodia, a entrar en la clínica de Planned Parenthood en Colorado Sprigs y abrir fuego con un rifle de asalto, poniendo en su diana mientras estaba atrincherado por cinco horas tanto a civiles como a policías que intentaron frenarle, uno de los cuales está entre las víctimas mortales. El propio Obama recordó que “ese denominado ‘motivo’” se desconoce aún y su cautela tiene una lógica policial y jurídica, pero también política.

Como decía ayer John Suthers, el alcalde de Colorado Springs, “no es difícil sacar conclusiones por el lugar en que se produjo”, una de las clínicas de una organización que ofrece atención sanitaria centrada en la planificación familiar y que también practica abortos. Esa organización, Planned Parenthood, lleva décadas en el punto de mira de extremistas religiosos y de conservadores y los ataques a sus instalaciones y los intentos de los político republicanos de retirarles financiación federal se han intensificado desde este verano.

NUMEROSOS ATAQUES

Fue entonces, en julio, cuando un vídeo grabado clandestinamente registró a una de sus directivas hablando de la donación de tejido de fetos abortados para la investigación científica a cambio de dinero. Aunque la organización se ha disculpado por el “tono” que usó la ejecutiva y se ha probado que el vídeo ha sido profundamente editado para cortar las frases en que insistía en que no se busca beneficio económico sino cubrir gastos, la grabación abrió una oleada de renovadas protestas.

Desde agosto cuatro centros han sido atacados con fuego y se han hecho más numerosas manifestaciones frente a ellos. El Congreso ha dedicado horas a debatir el intento republicano de quitarle fondos federales a un grupo que tiene sus orígenes en la primera clínica de planificación familiar fundada en 1921 en Nueva York.  Y Planned Parenthood se ha convertido también en arma de campaña, sobre todo para los aspirantes a la nominación republicana.

"TERRORISMO DOMÉSTICO"

Mientras el tiroteo del viernes aún no había concluido, la presidenta de la organización en la zona de Colorado, Vicki Cowart, emitió un comunicado denunciando que el grupo “comparte las preocupaciones de muchos estadounidenses de que los extremistas están creando un ambiente tóxico que alimenta el terrorismo doméstico”. Horas después se matizó la declaración para cambiar “terrorismo doméstico” por “actos de violencia”.