La situación del país heleno

Merkel advierte a Grecia de que no se suavizarán los ajustes

JORNADA DE NEGOCIACIONES 3 Samarás, líder de los conservadores griegos, inició la conversaciones para formar Gobierno con Tsipras, de Syriza (abajo), y luego con Verizelos, del Pasok, ayer en Atenas.

JORNADA DE NEGOCIACIONES 3 Samarás, líder de los conservadores griegos, inició la conversaciones para formar Gobierno con Tsipras, de Syriza (abajo), y luego con Verizelos, del Pasok, ayer en Atenas.

MONTSE MARTÍNEZ

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inflexible, la cancillera alemana, Angela Merkel, no tardó ni un día en advertir a los griegos de que el plan de reformas y ajustes impuestos desde Europa no se relajará. Lo hizo a su llegada a Los Cabos (México), donde participa en la cumbre del G-20, mientras en la capital helena el vencedor de las elecciones, el conservador de Nueva Democracia (ND), Antonis Samarás, iniciaba con urgencia la ronda de contactos para formar Gobierno.

A la espera de encontrar el máximo consenso posible, el nuevo Ejecutivo está garantizado ya con el apoyo de los socialistas del Pasok. Su líder, Evangelos Venizelos, aseguró ayer que hoy mismo puede haber ya un «Gobierno de unidad nacional».

Ni un minuto de respiro para los griegos, que ayer ya se dieron de bruces con la opción que escogieron: seguir en el euro cumpliendo las reformas. Mientras el presidente de la República griega, Karolos Papoulis, llevaba a cabo el trámite formal de ordenar formar Gobierno al ganador -al ritmo de «el país no puede estar sin Gobierno ni un minuto más»- la cancillera abundaba en la necesidad inmediata de un Ejecutivo para que vuelva de inmediato la troika -FMI, BCE y CE- a ponerse a trabajar. «Lo importante es que el nuevo Gobierno persevere en los compromisos que se han adquirido porque no se puede relajar el ritmo de las reformas», aseguró la cancillera.

DISCREPANCIAS INTERNAS / Merkel atajaba así las crecientes especulaciones sobre una posible renegociación con Grecia de los términos del memorando que recoge las reformas y los ajustes que debe llevar a cabo el país heleno para recibir el segundo paquete del rescate.

La líder alemana, que sí abrió la puerta a nuevos incentivos a Grecia para potenciar el crecimiento, enmendaba la plana a su ministro de Finanzas, Guido Westerwelle, que la misma noche del domingo habló de «cambios en el calendario», dando a entender que podrían relajarse los tiempos de cumplimiento de los requerimientos.

A diferencia de lo ocurrido en las pasadas elecciones del 6 de mayo -repetidas el domingo por la imposibilidad de llegar a un acuerdo de Gobierno-, Grecia ya tiene garantizado un Ejecutivo. Pero Samarás, que dispone de tres días, busca un «fuerte mandato popular» con las máximas adhesiones posibles, además de los socialistas del Pasok.

«RESPONSABLE» / Samarás habló en primer lugar con el líder de Syriza, Alexis Tsipras, al haber sido la segunda fuerza más votada. Su máximo contrincante, que abogaba por dejar en papel mojado el memorando de Europa y renegociarlo de arriba a abajo, rechazó el ofrecimiento de integrarse en el Gobierno y aseguró que su papel es ahora el de una «oposición fuerte y responsable».

El líder del partido socialdemócrata Pasok, Evangelos Venizelos, fue el siguiente en hablar con Samarás como tercera fuerza más votada y aseguró que hoy ya podría haber un Ejecutivo de coalición en Grecia. Venizelos se mostró «decepcionado» por la negativa del izquierdista Syriza a entrar en un Gobierno de «unidad nacional».

«Hemos acordado que el país necesita un Gobierno inmediatamente. Está claro que tenemos que dar una imagen seria tanto en el interior como en el exterior», argumentó el líder de la formación socialista, que atraviesa momentos muy bajos con la consecución de tan solo el 12,3% de los votos, lo que traducido suponen 33 diputados en el hemiciclo, frente a los 129 conseguidos por ND y 71 por Syriza.