La movilización sindical contra la reforma laboral sitúa al Gobierno francés contra las cuerdas

Colas en las gasolineras, bloqueos de puertos, refinerías y depósitos de carburantes, paros en la producción eléctrica de las centrales nucleares, en los transportes públicos y en el espacio aéreo, y manifestaciones en las principales ciudades francesas. Lejos de apagarse, la mayor protesta sindical en 35 años contra un Gobierno socialista, se radicaliza extendiéndose a sectores clave que amenazan con paralizar la actividad económica del país.

Casi tres meses dura ya la contestación a una reforma impuesta por decreto para flexibilizar el mercado laboral que los sindicatos y la izquierda ven como un retroceso para los derechos de los trabajadores. Francia ha vivido este jueves la octava jornada de movilización contra la ley en un ambiente de creciente tensión social.

El Gobierno francés recurre a las reservas estratégicas de carburante ante el bloqueo de las refinerías

Oficialmente, el Gobierno no está dispuesto a mover una coma. Sin embargo, las declaraciones contradictorias de diputados y miembros del Ejecutivo que se han sucedido a lo largo del día sugieren que se abre paso una enésima modificación, para evitar el riesgo de parálisis a quince días de la Eurocopa de Fútbol que pondrá el foco internacional sobre el país anfitrión.

Los sindicatos más beligerantes siguen reclamando la retirada del texto, pero para el primer ministro, Manuel Valls, una decisión así llevaría implícita su dimisión. De ahí el encaje de bolillos para apagar el fuego y evitar una escalada del conflicto.

El primer ministro ha admitido la posibilidad de mejorar algún aspecto sin tocar la filosofía de la ley ni el artículo 2, que da prioridad a los acuerdos empresariales frente a los sectoriales y es el principal motivo de discordia. También ha acusado a los convocantes de la protesta de "atacar los intereses económicos de Francia" advirtiéndoles de que usará todos los mecanismos del Estado de derecho para evitar que continúen los bloqueos.

 “El Gobierno ha perdido la mayoría”, le ha replicado el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez, a la cabeza del cortejo de la manifestación parisina, que ha sacado a la calle  entre 18.000 y 100.000 personas y se ha saldado con 16 detenidos tras los enfrentamientos entre fuerzas del orden y grupos radicales. La movilización ha sido mayor que el pasado 19 de mayo. Entre 153.000 y 300.000 manifestantes han desfilado en toda Francia y ha habido 77 detenidos.

POCA INCIDENCIA EN LAS CENTRALES NUCLEARES

Por lo que respecta a los paros, se han registrado escasas incidencias en las 19 centrales nucleares que votaron a favor de la huelga. Según el operador Électricité de France (EDF) sólo 12 de los 58 reactores repartidos por el Hexágono bajaron su producción. Tampoco se han registrado cortes de electricidad.

En el caso de las refinerías, siete de las ocho que tiene Francia están paralizadas o trabajan a menor ritmo y una de cada cinco gasolineras se ha quedado sin combustible. Es lo que ha obligado al Gobierno a usar parte de sus reservas estratégicas de carburante y a prohibir a los ciudadanos almacenar gasolina.

En el sector del transporte, tanto en trenes de larga distancia como de cercanías, el paro ha tenido efectos limitados sobre los viajeros mientras que el tráfico aéreo se ha visto afectado por la anulación del 15% de los vuelos programados en el aeropuerto parisino de Orly.

NUEVAS MOVILIZACIONES

Manuel Valls se reunirá este sábado con representantes del sector petrolero sin que haya visos de una salida al duelo con las centrales sindicales. Ya hay convocado un paro indefinico en la red de transportes de París a partir del 2 y 10 de junio, fecha en la que arranca la Eurocopa, y la novena movilización nacional será el 14 de junio.

Tampoco los sondeos le son favorables al Gobierno: el 62% de los franceses ve “justificada” la protesta contra la reforma.

Cronología de una confrontación

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":null,"text":"Para aumentar la presi\u00f3n sobre el Gobierno, la Confederaci\u00f3n General del Trabajo (CGT), el principal sindicato franc\u00e9s, radicaliza sus acciones apelando el 20 de mayo a bloquear puertos, refiner\u00edas y dep\u00f3sitos de carburante. En v\u00edsperas de la octava movilizaci\u00f3n contra la ley, el duelo entre Manuel Valls y el l\u00edder del sindicato, Philippe Martinez, se recrudece. \u201cLa CGT no dicta las leyes del pa\u00eds\u201d, le recuerda el primer ministro. Sin que nadie parezca dispuesto a ceder a la huelga se suman las centrales nucleares y Martinez no descarta dar la batalla de la huelga general."}}