Prohibido curar gratis

Marruecos cierra la clínica a un ginecólogo que volvió de Francia para atender a las mujeres más vulnerables en Casablanca

El médico marroquí, Zouhair Lahna.

El médico marroquí, Zouhair Lahna. / periodico

BEATRIZ MESA / RABAT

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“Me considero un médico sin fronteras y voy a seguir siéndolo porque cuando hablamos de moral y de ética no existen fronteras”, se defiende el doctor marroquí, Zouhair Lahna, a quien las autoridades marroquís le sorprendieron recientemente en mitad de una consulta con la orden de cerrar el centro, una pequeña clínica social, tan solo diez días después de su apertura.

La pregunta es  por qué. Aún no lo sabe pero se deduce que la decisión de atender a cero coste a los colectivos más vulnerables del país ha sido interpretado como un gesto revolucionario. “Una clínica social, molesta”, ha explicado a EL PERIÓDICO. En cualquier caso, los sinceros ofrecimientos de este médico hacia los más necesitados se han entendido mal, o se han querido entender mal, porque Zouhair Lahna tan solo ha querido dar un giro radical a su vida y a su carrera, desprendiéndose de una envidiable remuneración como ginecólogo cirujano, profesión que ejercía en Francia.

“Dejé un buen salario para ocuparme de las mujeres y su salud reproductiva y me quiero consagrar a las más débiles y pobres”, explica el cirujano. “Algunos se involucran cuando alcanzan la jubilación pero yo he preferido hacerlo antes porque aún dispongo de energía y fuerza”, agrega.  

El doctor marroquí ha seguido la clásica trayectoria de los retornados. Es decir, el perfil del estudiante marroquí que realiza sus estudios superiores en Francia, finaliza con éxito y acaba trabajando en uno de los grandes hospitales del país. Su reputación como cirujano le proyectó muy lejos en suelo europeo pero, movido por la necesidad de contribuir también en el desarrollo de su país, decide regresar a la ciudad de Casablanca y emprender una inédita iniciativa que ha despertado entre sus compañeros de carrera un controvertido sentimiento de celos y admiración

 “Hay que apoyar iniciativas como la de este doctor porque la medicina es ante todo una profesión donde la ética humana debe ser el principal objetivo pero algunos pretenden desnaturalizar su nobleza”, ha escrito la médico e investigadora, Asma Lamrabet en su página deFacebook.  

PIONERO EN LA ATENCIÓN GRATUITA

Es el primer médico marroquí, del que se tenga noticia, que ofrece gratis sus servicios a las mujeres inmigrantes, refugiadas políticas y pobres. Un héroe para los más necesitados, pero tal heroicidad no solo proviene de su entrega incondicional a los que abandonan la esperanza de seguir viviendo cuando caen enfermos, sino a las misiones humanitarias que vienen realizando en zonas de conflicto desde hace más de veinte años. Zouhair ha viajado a zonas conflictivas para atender a decenas de víctimas. Entre sus últimos viajes, las guerras en Gaza y Siria.

“Unos dicen que es una cuestión de temperamento, otros lo denominan vocación y algunos extravagancia. Cada uno tiene su punto de vista sobre el trabajo humanitario pero lo que yo hago no es una labor de humanidad sino cumplir con mi deber”, ha manifestado el cirujano en su página oficial, donde se le ve operando a una niña de seis años, quien recibió el impacto de un cohete. El doctor Lahsan ha hecho de su bisturí una herramienta social y necesaria para los más necesitados, que recurren a la enorme solidaridad del pueblo marroquí para pagar medicamentos o ser asistidos por un médico privado en caso de emergencia.