CUMBRE EUROPEA

Los líderes europeos diseñan en Bruselas la política energética común hasta el 2030

España intentará arrancar un compromiso a Francia para mejorar las conexiones energéticas

MONTSE MARTÍNEZ / BRUSELAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 Estados miembros de la UE tienen un importante reto entre manos en la cumbre que se celebra hoy y mañana en Bruselas. Alcanzar un acuerdo en las líneas maestras de la política energética y de cambio climático hasta el 2030 será el principal eje de la reunión que también tendrá un vértice económico por la delicada situación que atraviesa la eurozona, amenazada por una tercera recesión.

La última cumbre europea presidida por Herman Van Rompuy antes de pasar el testigo a su sucesor, el polaco Donald Tusk, será un escenario idóneo para que España logre mejorar sus interconexiones eneŕgéticas con Francia. En el contexto de un contecioso histórico con París por la negativa a paliar el aislamiento energético de la Península Ibérica, el Gobierno español y portugués han llegado hoy a Bruselas con la amenaza de vertar el acuerdo global si no se mejoran sus interconexiones. Fuentes diplomáticas aseguraron, sin embargo, que el acuerdo es bastante plausible.

La política energética y climática común, que ha adquirido especial relevancia desde el conflicto entre Rusia y Ucrania y las amenazas al suministro que implica, se basa en tres ejes: la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el aumento de la eficiencia energética y el uso de las energías renovables.

El borrador de la cumbre contempla que los Estados miembros acuerden una reducción del 40% de gases hasta el 2030 -en comparación a 1990- y que aumente hasta un 27% el uso de las energías renovables en el mismo periodo.