Los israelís están decepcionados con Netanyahu

Unos palestinos vuelven a casa en Beit Hanoun, en el norte de Gaza.

Unos palestinos vuelven a casa en Beit Hanoun, en el norte de Gaza.

ANA ALBA
JERUSALÉN

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Tras 50 días en los que parecía habérselo tragado la tierra, el exprimer ministro de Hamás en Gaza, Ismail Haniye, salió de su escondite para celebrar «la victoria» sobre Israel en la guerra ante miles de personas. «Es imposible expresar con palabras y discursos este triunfo (…) La victoria va más allá de las fronteras del tiempo y el espacio. Esta batalla es una guerra que no tiene precedente en la historia del conflicto con el enemigo», aseguró Haniye ayer en la ciudad de Gaza.

Como si quisiera responderle, compareció ante la prensa el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, flanqueado por el titular de Defensa, Moshe Yaalon, y el jefe del Ejército, Benny Gantz, los tres principales responsables de la ofensiva en Gaza. La operación, según Netanyahu ha sido «un gran logro militar y político» y «un fuerte golpe» para Hamás. A ojos del jefe de Gobierno israelí, el movimiento islamista palestino «no ha conseguido ninguna de sus demandas» en esta guerra que ha causado más de 2.200 muertos y 11.000 heridos.

Hamás y Netanyahu se apuntan la victoria. Han aceptado un solo pacto, propuesto por Egipto, pero lo explican de maneras tan opuestas que parecen referirse a acuerdos distintos.

LAS ENCUESTAS / En Israel, las encuestas hace días que hablan y muestran que la mayoría de los ciudadanos no está conforme con el modo en que ha acabado la guerra. La calle en Israel quería más mano dura contra Hamás. Los civiles muertos no importaban demasiado, según el periodista Gideon Levy del diario Haaretz.

El 60% de los israelís considera, según una encuesta del Canal 10 de la televisión de Israel, que su seguridad es peor ahora que antes de la ofensiva. El 75% cree que Israel tendría que haber acabado con Hamás, el 37% vaticina que habrá otra contienda dentro de seis meses. Un sondeo del Canal 2 indicaba el lunes que el 50% de los israelís están insatisfechos con Netanyahu, pero otro de ayer señalaba que el 55% está satisfecho.

«Tenemos que esperar y ver qué pasa. En 2006, durante la guerra del Líbano, ocurrió algo parecido. Esta vez, al principio de la guerra, Netanyahu tuvo un apoyo alto, cuando empezó la ofensiva terrestre era de más del 80%, luego fue bajando. Tras la muerte del niño de 4 años en un kibutz, cayó hasta el 38% y podría ser peor ahora porque la gente no está convencida de la tregua. Muchos creen que tendríamos que haber acabado de una vez por todas con Hamás. Pero si el alto el fuego funciona y todo vuelve a la normalidad, Netanyahu se recuperará», dice Yehuda Ben Meir, experto del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Tel Aviv. Ben Meir considera el acuerdo de tregua como «un gran logro para Israel» y opina que Hamás «no ha conseguido ninguno de sus objetivos».

FRACASO / Lo contrario piensa Mkhaimar Abusada, profesor de Ciencia Política de la Universidad Al Azhar de Gaza. «Los palestinos creen que Israel ha fracasado en sus objetivos, no ha detenido el lanzamiento masivo de cohetes, no ha quebrado a la resistencia palestina y ha fracasado en el intento de sabotear la unidad palestina. Es un gran fracaso de Netanyahu», opina.

«Hamás estaba políticamente aislado antes de la guerra, pero la contienda y este acuerdo lo han situado en el centro de la política palestina y de la región», afirma Abusada, que considera que el presidente palestino, Mahmud Abbás, también ha salido reforzado. «Vamos a ver a la Autoridad Palestina jugando un papel mucho más importante en Gaza, desplegará sus fuerzas en la frontera», subraya.

«Pero al final, si lo que se quiere es evitar más guerra, hay que resolver la fuente del problema, que es la ocupación [israelí de Palestina]. La comunidad internacional tiene que poner fin a la ocupación», sentencia el profesor.