APOYO CIUDADANO A los INDIGNADOS DE EEUU

Los acampados de Los Ángeles retan las órdenes de desalojo

La respuesta policial se modera tras las criticadas acciones en Nueva York

Indignados de Los Ángeles bailan en la acampada ante el consistorio local.

Indignados de Los Ángeles bailan en la acampada ante el consistorio local.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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Desde el principio, la relación de las autoridades de Los Ángeles con sus indignados ha sido radicalmente diferente de la de urbes como Nueva York. El alcalde californiano, Antonio Villaraigosa, ha confesado su «empatía» con las protestas y el consejo municipal llegó a emitir un comunicado de apoyo. Incluso ayer, cuando expiró el límite que la ciudad había impuesto para desalojar la acampada frente al ayuntamiento, no hubo, a diferencia de lo que sucedió en el neoyorquino parque Zuccotti, ni fuerza bruta policial ni arrestos masivos, y al cierre de esta edición la acampada seguía allí.

Aunque la policía pensó que la orden de desalojo un minuto pasada la medianoche impulsaría al abandono de la zona ajardinada, lo que hizo fue congregar a cerca de un millar de personas en apoyo a los acampados. Los agentes aseguraron que no se trataba de desmontar el campamento, sino de despejar las calles adyacentes. Y horas después, con noticia de solo cuatro arrestos, Villaraigosa confirmaba estar trabajando para asegurar «una salida tan ordenada y pacífica como sea posible» y se negaba a poner fecha límite para el desalojo.

Entre los indignados como Mark Lipman, que habló con elLos Angeles Times, se extendía una sensación de triunfo. «Hemos visto salir el sol. Es como si hubiéramos ganado, al menos un día más».

Tampoco hubo incidentes pese al reto a la orden de desalojo en Filadelfia, donde en las últimas semanas se ha deteriorado la relación de los acampados con el alcalde, Michael Nutter. Cerca de un centenar de tiendas de campaña seguían ayer en pie en Dilworth Plaza pese a la orden de despejar ese espacio antes de la noche del domingo.

Mientras, campus de universidades públicas de Nueva York y de California acogieron ayer por la tarde protestas de estudiantes contra los recortes en los presupuestos de esas entidades y las subidas en los precios de las matrículas.