LA AMENAZA TERRORISTA

Lobo solitario en Canadá

Un converso al islam mata a un militar y hiere a otro al atropellarles El agresor cae abatido cerca de Montreal tras cometer el primer atentado yihadista en un país de la alianza contra el EI

El coche 8 Tres policías pasan ante el vehículo del agresor. A la derecha, Martin 'Ahmad' Rouleau.

El coche 8 Tres policías pasan ante el vehículo del agresor. A la derecha, Martin 'Ahmad' Rouleau.

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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En un primer momento parecía un simple accidente de tráfico. Dos personas heridas tras ser atropelladas. No obstante, poco a poco, se fue desvelando que lo ocurrido el lunes ante una pequeña tienda en Saint-Jean-sur-Richelieu, cerca de Montreal, era en realidad un atentado perpetrado por lo que los servicios de seguridad han bautizado como lobo solitario: yihadistas que actúan solos en acciones que requieren poca preparación.

Minutos después del accidente se supo que las dos víctimas eran militares que salían de un pequeño centro comercial situado en las cercanías de unas dependencias del ministerio de Defensa. Al menos uno de ellos vestía uniforme. Uno resultó herido leve mientras que el otro, de 53 años de edad, sufrió heridas de gravedad y horas después moría en el hospital.

El conductor del coche que les arrolló se dio a la fuga e inmediatamente tuvo en los talones a un enjambre de coches patrulla. Mientras conducía, llamó al teléfono de emergencias diciendo que había atropellado a esos militares «en nombre de Alá». Tras perder el control, el agresor no pudo evitar que su coche se saliera de la carretera y volcara. Tras salir del vehículo sacó un cuchillo y se lanzó sobre los agentes, que le abatieron a tiros.

Minutos después se conocía la identidad del agresor. Se trataba de Martin Couture-Rouleau, un joven de 25 años que tras convertirse al islam se había entregado a la doctrina yihadista. De hecho, en su página de Facebook había colgado fotos con barba y alzando el dedo índice, un símbolo con que los yihadistas expresan la unicidad de Dios.

En su página en esa red social, donde ya se hacía llamar Ahmad y donde acumulaba comentarios ofensivos contra cristianos y ateos, había dejado a modo de despedida un fotomontaje en que se veían dos puertas: la de la derecha conducía al infierno; la de la izquierda, al cielo. La policía canadiense interpreta que esas imágenes indican la predisposición de Rouleau a morir en el ataque. Según el ministro de Seguridad Pública, Steven Blaney, el ataque con el coche contra los dos militares «está claramente vinculado a la ideología terrorista».

No obstante, Blaney no quiso pronunciarse sobre si Rouleau actuó solo o si forma parte de un grupo más grande. Eso sí, este responsable confirmó que las fuerzas de seguridad «se toman muy en serio la amenaza terrorista».

De hecho, las autoridades canadienses reconocieron que el joven era un «radical conocido» y que llevaba meses bajo vigilancia pues su propio padre había avisado a la policía de que su hijo se había radicalizado y de que quería «unirse al Estado Islámico». Los vecinos aseguraron que, desde hacía un año, el joven se había dejado barba, llevaba turbante y vestía túnicas.

Precedente en Londres

Aunque la manera de llevarlo a cabo ha sido distinta, este ataque tiene como precedente el asesinato en mayo del 2013 de un militar británico por dos jóvenes radicalizados que le degollaron en plena calle en el sur de Londres.

El atentado de Quebec es la primera acción yihadista que se produce en el territorio de un país que participa en la coalición internacional que bombardea al Estado Islámico en Siria e Irak.