Kiev acusa a Moscú de penetrar en su territorio

Nuevo tira y afloja entre el Kremlin y el Gobierno de Ucrania, mientras el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, firma el decreto por el que disuelve el Parlamento de Kiev y convoca elecciones anticipadas. El Ejército ucraniano ha acusado este lunes a Rusia de enviar a un grupo de hombres armados a bordo de tanques y vehículos blindados con la aparente intención de abrir un nuevo frente de guerra, en concreto, de hacerse con el control de la ciudad costera de Mariupol, un nudo de comunicaciones de gran importancia estratégica a orillas de mar de Azov en manos de las fuerzas lealistas.

"Esta mañana, ha habido un intento del Ejército de Rusia, vestidos de combatientes del Donbass" [la región donde se producen los enfrentamientos entre tropas ucranianas y las milicias prorrusas], ha asegurado el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Andriy Lysenko. Si los rebeldes consiguen controlar las regiones sureñas del Donbass, tendrán más posibilidades de mantener su feudo de Donetsk, una ciudad de un millón de habitantes cercada por las tropas de Kiev. A media tarde, el Gobierno ucraniano aseguraba que sus tropas mantenían enfrentamientos armados con la columna enviada supuestamente desde la vecina Rusia.

Conversaciones y envíos humanitarios

Estas acusaciones, a buen seguro, enrarecerán la atmósfera de las conversaciones que deben mantener este martes en Minsk (Bielorrusia) el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y el ruso, Vladímir Putin.

Porosehnko ha optado este lunes por disolver el Parlamento ucraniano y convocar elecciones anticipadas. Mientras, el pulso en torno a los envíos humanitarios desde Rusia hacia las regiones bajo control de la oposición en el este de Ucrania va camino de repetirse en breve. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha anunciado que su país enviará un segundo convoy con ayuda humanitaria y ha pedido el beneplácito de Kiev.

El envío por Rusia, la semana pasada, de una columna de 262 camiones que entró en el territorio ucraniano en un sector controlado por los separatistas rusos fue considerado por Kiev como una violación de su territorio y del derecho internacional.