Holanda acusa del derribo del avión malasio en Ucrania a un misil tierra aire fabricado en Rusia

La compañía fabricante del proyectil rechaza, en Moscú, las acusaciones holandesas

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los expertos holandeses que investigan el derribo del Boeing 777 malasio en el este de Ucrania en julio del 2014 han certificado la versión sobre la catástrofe que se barajaba en los medios de comunicación occidentales: el aparato fue derribado por un misil tierra-aire del tipo Buk de fabricación rusa disparado desde una posición en el este de Ucrania.  

A puerta cerrada

"Fue un misil Buk que tocó la parte superior de la cabina del piloto con miles de fragmentos", ha declarado Rubby Oehlers, familiar de víctimas, tras haber sido informados en La Haya por las autoridades a puerta cerrada.

Las conclusiones corren el riesgo de exacerbar las tensiones existentes entre Rusia y Occidente, a raíz de la guerra de Ucrania y del conflicto sirio. En Moscú, Almaz-Antei, fabricante de misiles Buk ha rechazado, en una conferencia de prensa aparte, las acusaciones procedentes de Holanda, tras haber realizado un ensayo que consistía en derribar un avión antiguo. "Una experiencia en condiciones reales desmiente completamente la versión de los holandeses", ha declarado Ian Novikov, director general de Almaz-Antei.