Escándalo por la vigilancia en la red

El fantasma de Snowden

En tránsito 8 Un turista, en el hotel Air Express del aeropuerto de Moscú.

En tránsito 8 Un turista, en el hotel Air Express del aeropuerto de Moscú.

DMITRI POLIKÁRPOV
MOSCÚ

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Desde que llegó a Moscú el pasado domingo, Edward Snowden más bien parece un fantasma que un hombre de carne y hueso. El exinformático de la NSA acusado por Washington de espionaje se ha convertido en una obsesión no solo para los servicios secretos estadounidenses, sino también para varias decenas de periodistas que navegan con billetes de avión por la zona de tránsito de la terminal E del aeropuerto internacional Sheremetievo de Moscú.

Allí es donde en teoría debería estar el fugitivo más buscado del mundo. Lo ha dicho el propio presidente ruso, Vladímir Putin. Pero al parecer nadie ha conseguido ver a Snowden. No deja huellas.«Ha estado aquí, pero ya se ha ido. No sabemos dónde está»,es la respuesta universal que reciben los reporteros desesperados. Eso lo dice la recepcionista de un hotel de cápsulas en la zona de tránsito, el camarero en el bar y hasta los policías que parece que ya conocen de cara de los periodistas que persiguen a Snowden.

«¿Qué? ¿Este vuelo tampoco lo váis a coger?»,bromea uno de ellos. Y cuando los periodistas le preguntan con esperanza a ver si ha visto a Snowden, les responde con sarcasmo:«No dejo de verle en ningún momento. Mejor que lo dejéis, chicos, en cualquier caso no le vais a encontrar aquí».

Snowden, que llegó el domingo a Moscú para hacer un transbordo rumbo a Cuba, ya ha perdido varios vuelos de Aeroflot por razones desconocidas. Según una de las versiones, lo que le impide continuar su periplo hacia el asilo político es el hecho de que EEUU le haya anulado el pasaporte. Eso le impide también comprar un billete nuevo para el próximo vuelo de Aeroflot que sale hoy a La Habana.«El pasaporte estadounidense de Snowden fue anulado, no tiene otro documento. Por ello no puede entrar en Rusia ni comprar un billete»,dijo un responsable del aeropuerto.

Cualquiera que sea la verdadera razón de su estancia en Moscú, lo cierto es que ya ha violado las normas de la ley rusa que prohíbe a los pasajeros en tránsito pasar más de 24 horas en territorio ruso sin obtener un visado. Eso en teoría podría justificar que los servicios especiales rusos le interrogaran. Pero esa posibilidad fue rechazada ayer rotundamente por Wikileaks, que señaló en una declaración que«el Servicio Federal de Seguridad [FSB, servicios especiales] no ha interrogado a Snowden»,quien está acompañado en todo momento por la asesora jurídica de Wikileaks, Sara Harrison.

Sin visado

Según explican los empleados de Sheremetievo, el de Snowden no es el primer caso de un pasajero que se queda en la zona de tránsito más de lo permitido.«Algunas personas viven meses aquí. Y hasta dan a luz niños. Pero normalmente se trata de viajantes procedentes de países africanos que intentan ir a Europa sin tener visado. Algunos incluso destruyen sus pasaportes para que no podamos enviarles inmediatamente a su patria»,dijo uno de los responsables de la zona de tránsito del aeropuerto.

Las autoridades rusas reiteraron ayer que ninguna«amenaza»estadounidense les obligará a entregar a Snowden, que pidió asilo político a Ecuador.«Las amenazas de Estados Unidos contra Rusia y China en el caso Snowden no darán ningún resultado»,escribió en Twitter Alexei Pushkov, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Duma (Cámara baja).

Puskov justificó ese rechazo a ayudar en la captura de Snowden diciendo que tanto el exinformático de la CIA como el fundador de Wikileaks, Julian Assange, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, son los«nuevos disidentes»y luchadores contra el«sistema»estadounidense.