Un baño de realidad

Europa ha empezado a tomar conciencia de que Grecia no podrá pagar toda su deuda

Contra los recortes 8 Una mujer pasa ante una pintada contraria a pagar la deuda en Atenas.

Contra los recortes 8 Una mujer pasa ante una pintada contraria a pagar la deuda en Atenas.

MONTSERRAT RADIGALES / ATENAS (ENVIADA ESPECIAL)

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Los griegos van hoy a las urnas y, sea cual sea el resultado, a partir del lunes se impondrá un baño de realidad, en Atenas y en Bruselas. El problema de la deuda colosal de Grecia, que se sitúa ya en unos 330.000 millones de euros, equivalentes al 178% del PIB del país, centrará el pulso de los próximos meses, mucho más allá de la posible extensión del programa de rescate, que vence el 28 de febrero. El partido de izquierda radical Syriza, al que todos los sondeos dan como vencedor de las elecciones de Grecia,ya no exige, como lo hacía en el pasado, la condonación total de la deuda, sino de «la mayor parte» de ella, una parte que no ha cuantificado. Pero, además, los responsables del partido, sin renunciar a lo que consideran básico, han adoptado un tono más conciliador con los acreedores europeos.

«Reconocemos nuestras obligaciones frente a las instituciones europeas y los tratados europeos. Estos tratados tienen fijados unos objetivos que deben respetarse, pero no las medidas para conseguirlos», afirmó el viernes el líder de Syriza, Alexis Tsipras. Las medidas que repudia son los acuerdos firmados por el Gobierno de Andonis Samarás con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), que impusieron las drásticas políticas de austeridad. «La austeridad no forma parte de los tratados», añadió Tsipras.

Syriza insiste en que, si forma Gobierno, no negociará directamente con la troika sino «con las instituciones europeas». La posición central de la formación izquierdista es que la deuda griega es «insostenible» y que, por lo tanto, se impone una reducción. Syriza aboga por una conferencia internacional sobre la deuda en la eurozona (no solo la de Grecia) similar a la que en 1953 recortó en más del 50% la deuda de una Alemania devastada por la segunda guerra mundial.

REESTRUCTURACIÓN

Aunque son muchos los que creen que una quita de la mayor parte de la deuda no es una opción realista, Europa ha empezado a tomar conciencia de que Grecia no sería nunca capaz de pagar una deuda tan abultada por muchas reformas y mucha política de austeridad que hiciera y que será necesario algún tipo de reestructuración. Y han empezado a surgir voces cualificadas, ideológicamente en las antípodas de Syriza, que comparten su diagnóstico.

El francés Philippe Legrain, que entre el 2011 y el 2014 fue asesor económico del presidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso, publicó a principios de este mes un artículo en la influyente revista Foreign Policy que tituló, provocativamente, Porqué Grecia necesita que gane Syriza. Sin exonerar a los gobiernos griegos, Legrain tacha de irresponsables a los acreedores que financiaron los préstamos y subraya que, cuando en el 2010 se cortó el acceso de Atenas a los mercados financieros ya estaba claro que la deuda pública griega (entonces solo del 130% del PIB) era impagable y debía haberse cancelado. «El alivio de la deuda no es solo una cuestión de justicia, es también una necesidad económica», concluye.

El Gobierno irlandés ha salido en defensa de la propuesta de Syriza de celebrar una conferencia internacional. La cuestión de la reestructuración de la deuda griega divide a los europeos. En cuanto al FMI, su directora general, Christine Lagarde, afirmó esta semana que «una deuda es una deuda y un contrato es un contrato», pero la institución que dirige hace tiempo que ha reconocido que la situación no es sostenible y no se ha cerrado en banda a la idea de la conferencia internacional.