CAMBIOS EN WASHINGTON

Dimite el jefe de comunicaciones de la Casa Blanca

La renuncia de Mike Dubke constata la insatisfacción de Trump con la estrategia de comunicación y anticipa otros cambios

Donald Trump, tras la foto de familia de los participantes en la cumbre del G-7 en Taormina, Sicilia.

Donald Trump, tras la foto de familia de los participantes en la cumbre del G-7 en Taormina, Sicilia.

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Se sabe que a Donald Trump le obsesionan su imagen y cobertura en los medios de comunicación y es notoria su insatisfacción y hasta rabia con su equipo de comunicación, especialmente por la incapacidad para controlar la imagen y el mensaje en todo el escándalo del Rusiagate, que ha centrado la atención mediática y política en sus primeros cuatro meses de mandato. Y este martes se ha conocido la primera víctima de esa frustración: Mike Dubke, un veterano estratega republicano que fue fichado hace tres meses como director de comunicaciones.

Dubke presentó el pasado día 18 su renuncia al cargo, en el que accedió a quedarse mientras Trump realizaba su primer viaje presidencial al extranjero. Y aunque ha alegado motivos "personales" para su dimisión, esta es ampliamente interpretada como el primero de los varios cambios que Trump prepara en la Casa Blanca, donde el portavoz, Sean Spicer, podría ver reducido su papel y donde se estudia reducir la frecuencia de las ruedas de prensa, actualmente diarias.

Trump también está considerando crear una "war room" para responder a crisis y en ese equipo podrían volver a integrarse colaboradores de su campaña como Corey Lewandowski, que tuvo que dimitir como jefe de su campaña y que tiene una relación complicada con gente del círculo cercano de Trump como Jared Kushner y Steve Bannon. También se baraja el nombre de David Urban, un estratega que trabajó en el Senado con los republicanos durante el impeachment de Bill Clinton.

A la Casa Blanca, además, podría llegar un equipo de abogados externos que colaborarían con la Oficina Legal de la Casa Blanca para lidiar con ramificaciones del Rusiagate. Los abogados, según anticipó The Wall Street Journal, podrían revisar los tuits de Trump antes de que los publique.