Pleito histórico en Europa

La deuda de Hitler con Grecia

Unos manifestantes queman una bandera nazi en una visita de Merkel a Atenas, en el 2012.

Unos manifestantes queman una bandera nazi en una visita de Merkel a Atenas, en el 2012.

ANDRÉS MOURENZA
ATENAS

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Alemania es el país que más ha contribuido al rescate de la Grecia en crisis y de ahí que muchos de sus dirigentes se sientan con derecho a dar órdenes a Atenas sobre qué reformas llevar a cabo para recuperarse y devolver sus deudas. Pero, ¿y si Grecia no fuese la que debe a Alemania, sino al revés? Muchos griegos así lo creen, y no les faltan razones.

En 1941, el Tercer Reich invadió Grecia, estableciendo un duro régimen de ocupación. Toda la industria y gran parte de la agricultura fueron requisadas por las fuerzas invasoras. Cuando los nazis se retiraron, además, arrasaron todas las infraestructuras para dificultar el avance aliado. «La ocupación de Grecia fue una de las más duras que llevaron a cabo los nazis», explica a este diario el historiador germano-heleno Hagen Fleischer. Por si fuera poco, Hitler obligó al Gobierno colaboracionista de Grecia a conceder un préstamo para financiar el esfuerzo de guerra germano con el compromiso de devolverlo al término de la contienda.

Pero llegó el final de la guerra y los griegos apenas vieron un céntimo. Ni de las reparaciones por los daños causados por la ocupación, ni del infame préstamo. Las circunstancias habían cambiado. EEUU no deseaba imponer un castigo tan severo como el que se había impuesto tras la primera guerra mundial, pues el pago de reparaciones de guerra hundió a Alemania en la pobreza, contribuyendo al ascenso nazi.

EL ACUERDO / De ahí que en la Conferencia de Londres de 1953, EEUU, Gran Bretaña y Francia perdonasen a la República Federal de Alemania más de la mitad de su deuda y convenciesen a los demás países de que no insistiesen demasiado en las indemnizaciones. El acuerdo -que además contemplaba que Alemania no debería pagar su deuda restante si no tenía superávit- contribuyó al llamado «milagro alemán».

En 1960, Grecia logró cobrar 115 millones de marcos en indemnizaciones a las víctimas individuales de los nazis pero no pudo continuar con sus reclamaciones como Estado ya que, como explica Fleischer, el hecho de que Alemania fuese un país dividido dificultaba cualquier demanda. legal.

Aun así, los griegos nunca han renunciado a reclamar lo que consideran suyo. Y ahora, quizás para defenderse de las críticas de seguidismo a la política de Angela Merkel, el Gobierno del conservador Antonis Samarás ha comenzado a desempolvar el pasado. En septiembre, el Ministerio de Finanzas formó un grupo de expertos que ya ha concluido su trabajo. Parte del informe, aún secreto y en manos del Consejo Legal del Estado, se ha filtrado a la prensa y su conclusión no deja dudas: «Grecia nunca recibió ninguna compensación, ni por los préstamos que se le forzó a conceder a Alemania ni por los daños sufridos en la guerra».

«IRRESPONSABLE» / Aunque no hay números oficiales, la cifra que se maneja sobre la compensación que debería pagar Alemania es de 162.000 millones de euros, la mitad de la actual deuda del Estado griego. Alemania, a través del ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, tachó de «irresponsable» la iniciativa griega: «El asunto fue resuelto hace mucho tiempo. Pagar reparaciones está fuera de toda cuestión. En lugar de despistar a la gente con estas historias, sería mejor enseñarles y guiarles por el camino de las reformas».

Las palabras de Schäuble han ahondado la rabia griega. El héroe de la resistencia antinazi y diputado de la oposición izquierdista Manolis Glezos dijo que estas declaraciones son «un monumento al despotismo y la ignorancia» ya que «no reconocen la significativa contribución del pueblo griego a la resistencia que ayudó a consolidar la democracia en Europa». «¿O es que Schäuble quiere vengarse de nuestra resistencia?», se preguntó. En un tono más moderado, el ministro de Exteriores griego, Dimitris Avramópulos, defendió el derecho de Grecia a exigir las reparaciones y explicó que será «la justicia internacional» la que decida.

El argumento de Berlín es que el acuerdo que selló la reunificación de Alemania en 1990 tiene categoría de tratado de paz y fue ratificado por las grandes potencias, incluyendo cláusulas que le perdonan el pago de reparaciones de guerra. «No hay una mínima posibilidad de que Alemania pague lo que le debe a Grecia en reparaciones porque eso abriría la puerta a que otros estados hagan reclamaciones», cree Fleischer: «Solo existe la posibilidad de que se recupere el pago del crédito de guerra, porque no hay casos similares».

Según el semanario alemán Die Welt, si el préstamo hecho por el Gobierno títere de Grecia a los nazis se considera parte de las reparaciones de guerra, Alemania tendría derecho a no pagarlo, pero si se considera un crédito ordinario, a precios actuales y unido a los intereses atrasados, podría ascender hasta a 70.000 millones de euros. Una cifra superior a la que ha aportado Alemania a los sucesivos rescates griegos.