Corea del Norte se desmarca del ciberataque

Corea del Norte se mostró ayer ofendida por las acusaciones de Washington que la señalan como responsable del ciberataque contra Sony Pictures y, más que ofrecerla, exigió una investigación conjunta, hasta el punto de que advirtió a EEUU de «graves consecuencias» si la rechaza.

La agencia estatal de noticias norcoreana KCNA emitió ayer un vehemente comunicado en el que un portavoz anónimo del Ministerio de Asuntos Exteriores sostuvo que el régimen de Pionyang «no tiene nada que ver con el caso» del ataque informático contra el estudio hollywoodiense. y que puede probarlo «sin necesidad de recurrir a la tortura como la CIA». No se quedó ahí: calificó de «calumnias» las acusaciones de Washington y le amenazó con represalias si, como es más que previsible, declina su oferta de colaboración mediante una comisión mixta. «EEUU debería tener en cuenta que se enfrentará a graves consecuencias en el caso de que rechace nuestra propuesta», detalla la nota.

La respuesta

La inusual propuesta se produjo un día después de que el Gobierno estadounidense acusara directamente a Pionyang del reciente ataque y el presidente de EEUU, Barack Obama, dijera en su última rueda de prensa del año que su Ejecutivo responderá «de forma proporcionada», aunque sin precisar cuál será la naturaleza de esa respuesta.

Obama hizo esa declaración poco después de que el FBI asegurara que posee «suficiente información para concluir que el Gobierno de Corea del Norte es responsable» del ataque cibernético contra Sony Pictures, cometido el pasado 24 de noviembre y reivindicado por unos piratas informáticos que se hacen llamar Guardianes de la Paz.

El ataque supuso el robo de películas y otros datos valiosos de la compañía y sus empleados, que fueron volcados en internet, como protesta contra el filme The Interview, una comedia de Seth Rogen y James Franco sobre un complot de EEUU para asesinar al líder norcoreano, Kim Jong-un, El régimen de Pionyang ya calificó en su día esta película de «acto de guerra». Y el pasado martes, los Guardianes de la Paz anunciaron, con alusiones al 11-S incluidas, que sembrarían el terror en los cines que la proyectasen, lo que llevó a los principales exhibidores estadounidenses a renunciar a hacerlo y a Sony a anunciar la cancelación del estreno, previsto para el día de Navidad tanto en EEUU como en España.

"Público inocente"

El portavoz de Exteriores norcoreano volvió ayer a condenar con dureza la película, pero añadió que, en el caso de que el régimen de Pionyang decidiera «tomar represalias», lo haría «de forma frontal contra los responsables de los ataques hostiles» y no «con un acto terrorista contra el público inocente de los cines».