LIBERTAD DE EXPRESIÓN

China encarcela a una periodista crítica por «revelar secretos»

Protesta en Hong Kong a favor de la liberación de Gao Yu.

Protesta en Hong Kong a favor de la liberación de Gao Yu.

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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La periodista septuagenaria y tenaz luchadora por la democracia Gao Yu ha sido condenada a siete años de cárcel por un delito de «revelación de secretos de Estado» en la última evidencia de la creciente hostilidad del Gobierno de Xi Jinping a las voces críticas.

Un tribunal pequinés ha fallado que Gao filtró a la prensa occidental una instrucción gubernamental interna que ordenaba redoblar la lucha contra valores occidentales como la democracia, la sociedad civil o la libertad de prensa. Eran los «siete errores ideológicos» que el partido teme que pongan en peligro su supervivencia.

'Minjing Monthly', la revista hongkonesa a la que presumiblemente pasó el documento, ha negado las acusaciones en un comunicado y recordado que ya circulaba sin freno por internet cuando lo publicó en agosto del 2013.

CONFORME A LA LEY

La entrada al juicio de periodistas y diplomáticos extranjeros fue prohibida y un nutrido grupo policial formó un cordón desde primeras horas de la mañana frente al Tribunal Intermedio Número 3 de Pekín. El Ministerio de Exteriores señaló o que el caso se ha llevado conforme a la ley china. «Los ciudadanos han disfrutado siempre de todos los derechos garantizados en la Constitución», aclaró su portavoz en rueda de prensa.

La ley de protección de secretos de estados es tan laxa y oscura que permite en la práctica encarcelar a cualquier crítico. La información sobre contaminación atmosférica de compañías estatales es objeto del celo mayúsculo.

La cárcel se daba por descontada porque la justicia criminal china muestra más de un 99 % de sentencias condenatorias. El Código Penal prevé penas de hasta cadena perpetua por ese delito, pero la fiscalía había recomendado entre cinco y diez años atendiendo a la escasa sensibilidad de lo expuesto.

La defensora de la libertad fue detenida en abril pasado y reapareció un mes después en la televisión para admitir que había cometido «una equivocación» en medio de una cascada de confesiones públicas. Sus abogados han denunciado que solo pretendió proteger de las amenazas a su hijo, también detenido. Durante el juicio negó las acusaciones.

DELGADA Y DÉBIL

Gao sufre de alta tensión y sus allegados han mostrado su preocupación por los efectos de la reclusión en una mujer de 71 años. Su hermano ha asegurado que la ha visto hoy más delgada y débil.

Los gobiernos occidentales y organizaciones de derechos humanos exigieron la inmediata liberación de Gao, una piedra en el zapato de Pekín que publica en medios hongkoneses y extranjeros sus clarividentes comentarios políticos, sociales y económicos. Ya pasó seis años en la cárcel en los años noventa.

«Este deplorable sentencia contra Gao Yu no es nada más que una desvergonzada persecución política de las autoridades chinas», expresó Amnistía Internacional en un comunicado.

La disidencia -o cualquier expresión que Pekín entienda como amenazante a la estabilidad social- vive tiempos duros desde que Xi subió al poder dos años y medio atrás. Ilham Tohti, un reputado y sensato profesor universitario uigur que defiende tesis posibilistas en la provincia musulmana de Xinjiang, fue condenado a cadena perpetua por instigar el independentismo.

Y más recientemente cinco jóvenes feministas estuvieron detenidas durante más de un mes por organizar una campaña contra el acoso sexual.