Cámaras de seguridad muestran a las tres menores británicas camino del califato

Las chicas permanecieron 18 horas en una estación de autobuses de Estambul

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JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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Shamima Begum, Amira Abase y Kadiza Sultana, las tres menores británicas huidas supuestamente para unirse al Estado Islámico (EI) en Siria, permanecieron 18 horas en una estación de autobuses de Estambul. Imágenes de circuito cerrado de televisión publicadas este domingo muestran a las adolescentes en la estación de Bayrampasa, en la parte europea de Estambul, donde esperaron a la salida de su viaje rumbo al sur de Turquía.

A través de las cámaras de seguridad, se puede ver cómo las chicas entran a la estación estambulí abrigadas y cargando varias bolsas. Una vez dentro, acuden a las taquillas, y después proceden hacia la sala de espera. Al igual que tantos otros pasajeros. Las tomas corresponden a los días 17 y 18 de febrero. La Policía turca está ahora tratando de identificar a las personas que aparecen en el vídeo ayudando a las chicas a transportar sus equipajes.

Largo viaje

El destino: Sanliurfa, en el sur de Turquía y ubicada a medio centenar de kilómetros de la frontera siria. Un viaje en autocar de unas 16 horas desde Estambul. Según la cadena británica BBC, un miembro del EI las habría recogido y cruzado a Siria.

La última vez que habían sido vistas era el 17 de febrero, en imágenes del aeropuerto londinense de Gatwick, desde donde tomaron un vuelo de la compañía Turkish Airlines con destino a Estambul después de decir a sus padres que pasarían el día fuera. Shamima, Amira y Kadiza, de 15 y 16 años, eran compañeras en un colegio del este de Londres en el cual estaba también inscrita otra menor que viajó a Siria en diciembre.

Turquía es foco constante de críticas por parte de la Unión Europea, que la acusan de ejercer un control muy laxo sobre sus fronteras, dada la actual situación de guerra en las vecinas Siria e Irak. Esto se debería en parte a intereses políticos relativos al conflicto que Ankara mantiene con la población kurda, residente en la zona sureste del país, donde confluyen Siria e Irak.

En este caso en particular, Turquía se defendió alegando que las información proporcionada por el Reino Unido llegó a su poder demasiado tarde, cuando las menores ya habían cruzado a Siria. Turquía -y Estambul en particular- fue también el país de paso de Hayat Boumedienne, pareja de uno de los terroristas que atentaron en Francia a principios de enero.

Fuentes de inteligencia citadas por la agencia de noticias Reuters afirman que unos 600 musulmanes británicos han viajado a Siria para participar en el conflicto desde que éste comenzara, hace ahora cuatro años.