TRAGEDIA AÉREA

Los restos no se entregarán hasta acabar todas las identificaciones

Campamento adonde son trasladados los restos mortales.

Campamento adonde son trasladados los restos mortales.

F. COSCULLUELA / C. MÁRQUEZ / LE VERNET

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Las familias que ayer acudieron a Le Vernet, en los Alpes franceses, para despedir a las 150 víctimas del Airbus A-320 de la compañía Germanwings no podrán enterrar a sus seres queridos tan pronto como ellas quisieran. El fiscal de Marsella, Brice Robin, confirmó que el proceso de identificación de los cuerpos llevará "varias semanas" y que habrá que esperar a que concluyan todos los reconocimientos para proceder a la entrega de los cadáveres.

El fiscal explicó que los trabajos ya han comenzado y que los restos son trasladados por helicóptero a una localidad con más medios de conservación que el pequeño pueblo de Seyne-les-Alpes, donde hasta hace poco se centralizaban las operaciones de rescate. También se están recogiendo todas las pertenencias de los fallecidos. Unos objetos personales que se devolverán a los parientes "después de ser investigados", precisó.

Cadena de ADN

El fiscal advirtió de que los cuerpos no se irán entregando a medida que se identifiquen, porque el protocolo lo prohíbe. "Solo podemos devolverlos cuando la cadena de ADN se ha completado. Por eso digo que esto va a llevar semanas, teniendo en cuenta el número de análisis que tenemos que hacer", insistió.

En la misma rueda de prensa celebrada en Marsella, el general David Gaultier comentó que la decisión de evacuar los restos por vía aérea se debe a que la zona donde se estrelló la nave es "muy peligrosa, difícil y montañosa". Los restos se trasladan en bolsas y, cuando llegan al lugar de destino, se depositan en una camilla y allí se mantiene la cadena 'post mortem'.

Gaultier explicó que los restos están esparcidos en un área de dos hectáreas y no de cuatro, como se dijo en un principio, mientras que el desnivel es mayor, ya que va de los 1.500 a los 2.000 metros. En esa zona los especialistas de montaña aseguran caminos con cuerdas para que puedan trabajar los investigadores. Ese personal se encarga de recuperar los restos y enviarlos a su destino a bordo de un helicóptero. Durante la noche también se mantiene un retén de vigilancia, con el fin de evitar que los cuerpos sean devorados por animales.