HISTORIA DE UNA GUERRILLERA ATÍPICA

La holandesa de las FARC

Bailando en la selva 8 Nijmeier (derecha), en un momento distendido en un campamento de las FARC.

Bailando en la selva 8 Nijmeier (derecha), en un momento distendido en un campamento de las FARC.

EDWIN WINKELS / Barcelona

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¿Muerta, viva, castigada? Desde finales del 2007 no se sabía nada de la joven holandesa Tanja Nijmeijer, que se había alistado años antes como guerrillera en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que, lejos de su país, vivía escondida en la selva. Aquel año, tras un ataque del Ejército colombiano a un campamento del movimiento guerrillero, se encontraron diarios de la holandesa en los que, entre otras cosas, se quejaba de la dureza de la vida que llevaba y del comportamiento de los mandos de las FARC. Pecado mortal, normalmente, en una banda donde no se acepta la desobediencia ni la crítica interna.

Pero Tanja sigue viva, muy viva. Bajo el nombre deAlexandra, el que le han puesto en las FARC, no solo se libró del castigo, sino que desde entonces ha ido subiendo en la estima de los comandantes, según se desprende de un correo electrónico enviado en abril pasado al entonces jefe militar de la guerrilla, Mono Jojoy,por el jefe de milicias, Carlos Antonio Lozada: «En medio de las tragedias, la aparición de Alexandraes una buena noticia. La idea de pasarla a trabajar a la comisión internacional es estupenda, seguramente puede dar un gran aporte a las FARC por sus capacidades y manejo de idiomas y la preparación alcanzada durante estos años con nosotros».

Ele-mailfue revelado el pasado fin de semana por el Gabinete del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, junto con unas llamativas fotos de Tanja, nacida hace 32 años en Denekamp, un pueblo del noreste de Holanda. Una de ellas, encontrada en un ordenador de las FARC, acompaña estas líneas. Aparece bailando en un campamento. En la otra posa con el que se supone que es su novio, sobrino deMono Jojoy.

Precisamente por el peligro que corría ahí, en agosto la cambiaron de campamento y dejó atrás el deMono Jojoy, solo unas semanas antes de que, el pasado mes de septiembre, un bombardeo del Ejército acabara con la vida del comandante y de un número indeterminado de guerrilleros.

Intento fallido

Tras una primera confusión, se descartó la muerte de Tanja en la ofensiva militar. Pero tras el éxito del ataque, y ante la creciente debilidad de las FARC, su compatriota Liduine Zumpolle intensifica sus intentos de convencerla de que abandone las armas. Zumpolle preside el movimiento colombiano Manos por la Paz, que ayuda a guerrilleros a desertar y reinsertarse en la sociedad.«Hace meses estuvimos muy cerca de Tanja y lanzamos mensajes en holandés a través de la radio para decirle dónde podría encontrarnos para escaparse»,explicó Zumpolle esta semana en la televisión holandesa. No hubo respuesta.

A principios de este año, Zumpolle acompañó a la madre de Tanja a la selva colombiana para intentar ver a su hija. Todos los intentos, grabados por un equipo de televisión, fueron en vano, y la madre no entendía nada.

«Teníamos unos lazos muy fuertes en la familia. Es incomprensible no saber nada de ella. Solo puede ser porque esté muerta», dijo Hannie Nijmeijer, que solo pudo ver a su hija una vez, en el 2006. Pero esa muerte incluso la desmentían fuentes del Ejército.«Oímos hablar a menudo de la que llamanla holandesa», le dijo un general.

¿Por qué las FARC? Se sabe que en 1998 le impresionó mucho un viaje solidario a Colombia con la llamada Caravana por la Vida. Estudiante de Filología Hispánica, dio clases de inglés en un colegio privado en la ciudad de Pereira, donde le chocó la desigualdad entre las familias de sus alumnos y la gente que vio en la calle. Ahí conoció a una profesora que resultó ser un enlace de las FARC.

Guerrilla urbana primero

Al regresar al país en el 2002, Tanja contactó en primer lugar con la silenciosa guerrilla urbana de Bogotá para después pedir el traslado a la selva. Quería vivir más cerca de las FARC, ver su lucha en el campo, lejos de la capital. La mandaron a la provincia de Meta, la misma donde fue abatido el mes pasadoMono Jojoy.

Y ahí permanece la holandesa desde hace ya más de seis años, que no siempre han sido fáciles, según se desprende de los diarios que perdió.«Estoy cansada de las FARC, cansada de la gente, cansada de la vida comunal -escribió-.Con frecuencia me veo en una estación en Groningen, Amsterdam o Utrecht comprando un café o una fritura y luego abordo el tren».

Fue por esos diarios que Holanda y Colombia descubrieron a esta atípica guerrillera europea. Sus padres siempre habían intentado de manera muy discreta sacarla de la selva. Con el tiempo, el desespero se ha apoderado de ellos. Una desazón que solo aumentará al saber ahora que su Tanja es la pieza más preciosa que le queda a la castigada y perseguida guerrilla.