El plan de Alemania

Berlín refuerza los cursos de alemán para inmigrantes

Una escuela de alemán en el barrio berlinés de Neukölln.

Una escuela de alemán en el barrio berlinés de Neukölln.

RUBÉN GÓMEZ DEL BARRIO / Berlín

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Más horas lectivas de cursos de alemán y profesores con mayor experiencia previa en la enseñanza a extranjeros es la receta del Gobierno alemán para fomentar la integración de los inmigrantes en la sociedad. Así figura en el programa de integración que acaba de presentar y aprobar el Ejecutivo, que pretende no solo mejorar la inserción social de los inmigrantes sino, de paso, calmar la polémica suscitada por el directivo del Bundesbank, Thilo Sarrazin, al atribuir los problemas de integración de la minoría turco-musulmana a factores genéticos y religiosos. A la vista de la polvareda levantada por sus teorías, recogidas en un libro titulado Alemania se desintegra, el banco central anunció ayer que Sarrazin dejará su cargo a fin de mes.

Desde el 2005 el Gobierno alemán ofrece con éxito los llamados cursos de integración, pero a partir de ahora se reforzarán con más clases -pasarán de 45 a 60 horas mensuales- y serán impartidos por profesionales en la educación de inmigrantes. Para el ministro del Interior, Thomas De Maiziere, «la prioridad de la integración deber ser el idioma, el idioma y otra vez el idioma».

«AISLAMIENTO INTERIOR» / Por el momento, los cursos son obligatorios para los nuevos inmigrantes y para aquellos que hayan recibido ayuda social durante un periodo prolongado. En el caso de estos últimos, existe la posibilidad de recortar dicha ayuda si no asisten a los cursos.

De Maiziere aseguró en la presentación del programa que de los 16 millones de extranjeros que viven en Alemania, un 15% se resiste a la integración. Algo que para este ministro se debe a un «aislamiento interior», a una forma de preservar los ideales o, en última instancia, a un mero rechazo al Estado alemán. Son 1,1 millones los extranjeros residentes en el país que no hablan alemán, lo que limita sus posibilidades de abrirse camino en el mercado laboral. Una cifra que a juicio del ministro del Interior «no es tan mala» en comparación con otros países.

Hay también un importante número de niños de padres inmigrantes que no cuentan con un nivel suficiente de alemán, lo que además de generar problemas de aprendizaje, termina reflejándose en un aumento de las cifras de deserción escolar. Mientras que los jóvenes alemanes que abandonan el colegio sin título alguno son un 6,2%, la cifra entre los extranjeros alcanza el 15%.

El Gobierno se ha propuesto asimismo con este programa fomentar la educación a través de clases de historia, sociología y derecho, para lo cual ha solicitado a las asociaciones que trabajan con inmigrantes que refuercen sus actividades.